miércoles, 12 de mayo de 2010

Cultura Popular de la Costa Chica


Cultura Popular de la Costa Chica

Por: Higinio Peláez Ramos
Danza y Baile

Para nosotros, los de esta región, danza y baile son dos cosas distintas. Como Danza conocemos a: Moros y Cristianos, La Tortuga, El Macho-mula, Los Tlacololeros, El Toro de Petate, Los Diablos, Las Mascaritas, Los Tejorones, La Conquista, Los Tlaminques, Los Chareos y otras tantas que se montan con fines religiosos (rituales), y que tienen sus sones muy específicos, y un número determinado de integrantes.

En cambio, el baile es con el mero fin de divertirse, donde puede participar todo quien quiera, y la música no tiene que ser especial.

Diferencia entre banda y orquesta

Estas se distinguen una de la otra, por la dotación de instrumentos que se usan para cada una. La orquesta consta de: trompetas, saxofones, sopranos, clarinetes, violines, guitarras acústicas, bajo quinto, batería y bajo de cuerdas (tololoche), o saxofón barítono bajo. Las guitarras y bajo quinto se encargan de la armonía, ya que acá aún no hay piano.

Las bandas, que por no tener instrumentos estacionarios se usan para tocar caminando, constan de: trompetas, saxofones, clarinetes, sopranos, trombones de émbolos, barítonos de boquilla circular, bombardinos, saxhores, tuba, redoblante, platillos y bombo.

La cantidad de elementos para cada grupo depende la capacidad económica del Ayuntamiento, ya que es esta instancia de gobierno y sus habitantes los encargados de la música en cada pueblo, y se encargan de sus variadas aplicaciones.

Aculturación o Degeneración

Con la llegada de las comunicaciones terrestres y la penetración de la radiodifusión, entre los años cincuenta y sesenta, en la Costa Chica comienza a sentirse la influencia de numerosos ritmos musicales, donde a pesar de todo el lugareño aún distingue su música típica regional, como: sones, palomos, jarabes, corridos en tono menor, que algunos bailan de modo muy singular, y la chilena, como el detonante de toda fiesta.

Los géneros y ritmos musicales considerados típicos en las distintas regiones de nuestro país, son ricos melódica y rítmicamente hablando, donde el bailarín (de ambos sexos), puede desbordar toda su alegría e inspiración, y hasta su técnica. Pero desafortunadamente algunos músicos, por falta de información, o por darles un sonido más comercial, todo lo han degenerado; pasando lo mismo en las escuelas de danza, donde los maestros, por querer hacer de cada número un espectáculo, desvirtúan la esencia de los ritmos. Por ejemplo, en la Costa Chica, ahora la chilena se toca como un ritmo cubano llamado merequetengue, y el palomo como polca.

De cómo llegan estos ritmos (palomos, jarabes, sones y corridos), a Costa Chica, tengo poca información; sólo se dice que pudieron ser traídos por los distintos grupos de españoles que llegaron a establecerse aquí, en la época de la invasión (conquista). Sin embargo, de la chilena sí hay varias versiones de cómo arriba a nuestras tierras.

En la foto, dos momentos de una pareja dándose vuelo en un fandango.

Fuente: Suplemento Vida y Sociedad, e El Faro de la Costa Chica, 07 de mayo de 2010

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