Virgilio Bermúdez, toda una vida de hacedor

Escrito por Offir Damián Jaimes

Como es común en estos menesteres no queda claro de quién fue la iniciativa de presentar el libro Poesí…a…ngustia de Virgilio Bermúdez Núñez en coautoría con siete poetas huéspedes, en Tlapehuala. Creo que fue Román Jaimes Vergara quien llegó hasta la tierra del sombrero y pan de vaqueta con la propuesta, y parece ser que al igual que Virgilio “somos facilitos de lo peor porque luego luego dice que sí a todo lo que se propone en bien del pueblo”.

Y otros “facilitos” como el mismo alcalde Nelson Flores, que apoyó la propuesta de la organización, de Carlos Fernando Arroyo Garfias, del Instituto Guerrerense de la Cultura; de Antolín Orozco Luviano, Ángel Ramírez Ortuño personas conocedoras que comentarán la obra, de Andrés Jaimes Sánchez que pone alma, corazón y vida en cada evento cultural y muchos más que se unieron como Franco Torres, Julio César Díaz Chamú, Araceli Sánchez, Julio Arellano Ramos y muchos amigos que se han unido para que este sábado a las 10 de la mañana en la sala de regidores del palacio municipal de Tlapehuala se lleve a cabo este evento.

Emprendedor de la vida

Es una responsabilidad muy grande el intentar hablar de un zirandarense como Virgilio Bermúdez, un emprendedor de la vida, un hacedor, un hombre culto y principalmente una persona ejemplar, de los que tanto hacen falta en nuestra región de Tierra Caliente.

No se puede hacer a un lado lo que estamos viviendo en la actualidad en nuestra región. Y es donde creo firmemente que es necesario este tipo de hombres de ejemplos de vida, de lo que es verdaderamente ser un calentano de honor y de valor. Porque no es fácil, no es sencillo, no cualquiera hace lo que ha hecho Virgilio.

Para conocer y saber un poco más de él tuve que buscar entre mi desorden organizado de las cosas que voy reuniendo en la vida, un libro que en algún lugar de Ciudad Altamirano, un 21 de abril de 2008 me regalara Ángel Ramírez Ortuño que se llama Voces unidas en un solo latido, en donde se reunieron 20 hombres y mujeres “con una exquisita variedad de estilos y perspectivas, de diferentes orígenes, profesiones, edades y visiones del mundo… para trazar de manera colectiva, apenas un esbozo de la rica existencia de ese ser concatenador de afectos…”.

De ahí, de la lectura pude ir redescubriendo a Virgilio, a quienes sus amigos llaman Vibe, a quien te recibe en su casa de Tepepan siempre con la mejor amabilidad. Un Vibe que tiene en la parte alta de su casa la colección más completa de datos, archivos, libros, fotografías y todo aquello que tenga que ver con Zirándaro. De un hombre enamorado de su tierra y que por lo tanto da su vida por ella.

Lo saludé la última vez en Chilpancingo cuando le entregaron la medalla al Orgullo Calentano que instituyó la Asociación de Calentanos Radicados en la Zona Centro. En un homenaje a Agripino Hernández Avelar en Coyuca de Catalán le escuché de viva voz la anécdota del ingeniero y el mezcal. Esa que cuenta que un ingeniero de Zirándaro siempre que se emborrachaba sus amigos lo llevaban hasta el portal de su casa, tocaban a la puerta y su mujer preguntaba “¿qué tomó?”. Si los amigos contestaban “cerveza” la iracunda mujer les decía “arrúmbelo ahí en el corredor”. Pero si en otra ocasión decían que había tomado mezcal, la voz pacífica y amable de la mujer decía “pásenmelo para acá, con mucho cuidadito…”.

Así lo definen

Es en Voces unidas en un solo latido, idea original de Huber Macedo Aguilar y que fue editado en noviembre de 2007 que va uno encontrando las facetas de Virgilio Bermúdez. Javier Pineda Bruno, en el prólogo sintetiza el libro así: “Chava Aguilar Gómez aludió a él como un hombre que ha pasado por la tierra; mientras que Salvador Alvear Herrera se dirigió al guache que Bermúdez Núñez lleva dentro; Pepe Chávez abordó la vida intensa y fecunda de nuestro amigo. José Luis Damián dijo que lleva la poesía en el alma; Íñigo Damián Bermúdez se encargó de destacar el orgullo de la sangre. Ublester Damián Bermúdez habló de la entrega, pasión y fe; Sara Galeote plasma en su texto la legalidad afectiva que le une a Vibe; Teobaldo González Alvear lo considera un hijo agradecido de Zirándaro.

Raúl Eduardo González definió al hombre de letras que habita en Virgilio; para Huber Macedo Aguilar, Vibe es uno de los gambusinos del saber en nuestros lares; Glorinela Pineda Bermúdez afirmó que Virgilio encostaló sus propios saberes sobre las diversas áreas del conocimiento para compartirlo con los demás. Iveth Pineda lo describe ingeniosa y emotivamente como un árbol. Y así, Ricardo Pineda Cortés, Fernando Pineda Ochoa, Pepa Rafa Pineda Ortuño e Iveth Pineda hablaron desde el oficio del cronista hasta el lugar preponderante en que tiene Virgilio a la amistad.
Ángel Ramírez Ortuño dijo que el Virgilio de Zirándaro nació entre olores de mezcal curado y cantos de un gallo giro amarrado a la pata de la cama que lo vio nacer.
Ahí, en Voces unidas en un solo latido, donde 20 personas cultas lo describen, va uno conociendo al Vibe que de repente está en la sociedad pro construcción de la estatua del doctor Ignacio Chávez, que camina las calles de la ciudad de México para ir adonde el doctor Juan Ramón de la Fuente, a Elena Poniatowska, al doctor Jesús Kumate, al doctor Guillermo Soberón y que esos pasos condujeran a que Juan Ramón de la Fuente y un presidente de la República como Ernesto Zedillo llegaran un día hasta Zirándaro de los Chávez.

O un Virgilio que enfila sus pasos al Senado de la República o a cualquier dependencia donde fuera necesario para solicitar de todas las formas habidas y por haber la construcción del puente que uniera a Zirándaro con Huetamo, o solicitando también la restauración de la iglesia de San Nicolás Tolentino. Y más, y más, como el malecón y teatro al aire libre Beto Bermúdez en la plaza principal. O esa prenda que carga en el pecho, que cualquier ambientalista de Greenpeace quisiera tener: plantar 10 mil árboles en Zirándaro.

Otra Tierra Caliente es posible

Quién no quisiera ser amigo de un hombre como Virgilio Bermúdez. Quién no quisiera tener un amigo y estrechar su mano a alguien que tiene todas esas prendas culturales. De alguien que junto a José Luis Damián llevan 17 libros de la Colección un Canto a mi Tierra, donde se dan a conocer los trabajos de escritores calentanos.
Estoy convencido como lo escribí líneas arriba, esto es lo que necesitamos en Tierra Caliente. Estos son los hombres que se necesitan, no los tenemos que buscar en el imaginario. Existen. Son posibles. Nacen y se hacen árboles de buena semilla. Es decir, otra Tierra Caliente es posible. Otra fama nos merecemos. Otro es el destino de nuestra región. Sí es posible. Virgilio es la prueba.

Despertar del Sur, 05 de agosto de 2011

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