Yo, ciudadano
Gustavo Martínez Castellanos
El 19 de enero, después de siete meses de tratar de hacer contacto con ella, por fin se dignó a dirigirse a mí la C. Alejandra Frausto, directora general del Instituto Guerrerense de la Cultura. Lo hace a través de un oficio (IGC/DG-ACA/DEIP/016/2012) con copia al gobernador, por vía e-mail y desde la dirección de Citlali Guerrero (Patrimonio artístico).
En su texto no da respuesta a mis preguntas de la serie “No confiamos” sino que “responde” al gobernador (no a mí) algunas las propuestas que entregué en varios folders al secretario particular de Ángel Aguirre para su exclusivo conocimiento el 9 de enero.
El oficio me indica que mi propuesta “de realizar el Taller de Creación Cuentística” ya está cubierta por un futuro “Diplomado en Creación Literaria, coordinado por el INBA” que si “se puede replicar en las otras regiones de la entidad” y “dependiendo de la demanda se evaluará la pertinencia de la creación de una Escuela de Escritores”.
Al respecto la C. Alejandra Frausto me pide que le envíe a mis alumnos a dicho Diplomado.
“Sobre la creación de la Editorial Guerrero y la Biblioteca Guerrerense”, me dice que se “ha lanzado” (sic) “un Programa Editorial que tiene como objetivo difundir la literatura guerrerense y sobre Guerrero en el ámbito local, nacional e internacional” de cuyo, en la sección “Los esenciales, se incluirán las obras de los escritores que forman la tradición literaria de la entidad, acompañados de estudios críticos sobre su obra”.
Y “Respecto a la creación de los certámenes de declamación y oratoria” de mi propuesta me recuerda que “ya existen concursos de estas disciplinas organizados por instituciones como la Secretaría de Educación Guerrero y la Secretaría de la Juventud”.
Deseo responder a ese e-mail no con copia al gobernador sino a los guerrerenses para su superior conocimiento. Y, agradecer a la C. Alejandra Frausto por haberme tomado por fin en cuenta después de que durante toda su gestión al frente del Instituto de Cultura de mi estado su actitud hacia mi persona como creador e investigador ha sido de inmerecido desprecio, discriminación, atropello a mis derechos –de audiencia y de petición- y desdén.
Apreciable C. Alejandra Frausto: algo que con su experiencia debería saber es que la inteligencia, como la vida, siempre se abre paso. También debería usted haber aprendido ya que la cultura de un grupo humano –estado, ciudad o aldea- no puede monopolizarse; que, a pesar de su puesto en esta administración, usted no es la depositaria del legado cultural de mi estado ni del de mis paisanos y que tampoco puede secuestrar el ejercicio gubernativo de ninguna administración. Los ciudadanos –aunque a usted le pese- contamos con la libertad de dirigirnos a las instancias superiores de nuestro gobierno para hacernos escuchar cuando los encargados de los niveles subordinados nos niegan ese derecho. Por todo ello, en ocasión de la invitación que me hiciera la doctora Ángeles Manzano a la presentación de la Revista Amate en Casa Guerrero (a la que usted no se dignó a asistir) fue que aproveché para dejarle al gobernador varios folders con mis propuestas. No me explico cómo es que terminaron en sus manos, C. Alejandra; la felicito: tiene usted un excelente servicio de espionaje en Casa Guerrero.
Sobe todo porque ésa, su astuta movida, me ha dado la oportunidad de enterarme de lo que usted está realizando en su puesto de cultura. Y de lamentarme porque haya convertido a la cultura de mi estado en un evento cuya superficialidad –como todo desastre venido de fuera- tardaremos en subsanar los guerrerenses cuando usted se haya ido.
En primer lugar, déjeme informarle que un taller de cuento no es lo mismo que un Diplomado en creación literaria; no sólo por la diferencia de géneros sino por el tiempo y los recursos que comprenden. Al menos, mis talleres, tienen seis años, han generado sólidos escritores y han dado a Guerrero premios locales, estatales y nacionales. Además, son gratuitos, no le han costado un centavo a los contribuyentes. Aparte, son para todo mundo, no sólo para quienes “quieran profesionalizarse”. Vista de este modo, mi propuesta es más amplia, profunda y eficaz que la suya, y se la he ofrecido al gobernador para que funcione en todo el estado en las mismas condiciones y con los mismos resultados.
Usted espera que su Diplomado junte gente para convencer al INBA de que erija aquí una escuela de escritores. Pero, si no consigue usted llenar su diplomado, ¿qué va a hacer? ¿Ni escuela, ni talleres? ¿Ya pensó en eso? No, no se preocupe, sé la respuesta: No ha pensado en eso, porque la ideota de la Escuela de Escritores no es suya, es de Citlali, de quien usted ya es la nueva marioneta. Lamento repetirle esto (porque ya se lo había advertido): la estupidez de Citlali es contagiosa porque su tesón es iterativo; con él convenció a Félix Salgado de erigir el Centro de las Artes en Acapulco y la fiesta de la Nao. Y ahí están sus resultados: el edificio lleva cuatro años sin ser terminado y la fiesta de la Nao lleva cuatro emisiones sin generar investigación ni análisis y sin dar un solo satisfactor ni económico ni cultural a Acapulco. Igual pasa con sus encuentros de escritores, si sirvieran de algo usted no estaría pidiéndonos a los talleristas locales que le mandemos gente.
Pero, sobre su Escuela de Escritores, hablaremos después. Permítame tocar los siguientes temas de su envío:
Su “Programa editorial” tiene como criterio “difundir la literatura guerrerense y sobre Guerrero” ¿Sólo eso? ¿Y la investigación? ¿Y el análisis? De la misma forma dice que los libros de su colección Los esenciales, irán “acompañados de estudios críticos sobre su obra”. De la autoría de ¿quién?, ¿de sus amigos del DF? Porque el proyecto que llevé al gobernador (y que no sé cómo acabó en sus manos, C. Alejandra) exige que esos estudios críticos sean realizados por investigadores guerrerenses (que los habemos, aunque usted no lo crea); y además, contempla la exigencia de que todos los libros se diseñen y se maquilen en imprentas guerrerenses. No se sorprenda, la idea no es mía, es del economista Ángel Aguirre Rivero quien se comprometió a potenciar la economía estatal privilegiando a las empresas guerrerenses. Claro, a menos que usted, a través de sus padrinos del DF, ya lo haya presionado para que se desdiga de ése compromiso con nosotros, los guerrerenses.
Por último: quizá en sus clases de la escuela primaria alguno de sus maestros le haya dicho que aparte de la literatura existen otras seis artes ¿qué piensa hacer por ellas?, ¿nada? ¿Sólo privilegiará el área literaria porque esa beneficia directamente a sus amigos Citlali Guerrero, Jeremías Marquines, Iris García, José Dimayuga, Antonio Salinas y Federico Vite? ¿Les va a crear una Escuela de Escritores cuando hay tantas carencias en Guerrero?
C. Frausto (lo siento, ayer me enteré de que usted no tiene grado profesional, por eso la C.) le agradezco su envío. Lamento que hasta ahora -y como resultado de un acto de espionaje- por fin me tome en cuenta; sobre todo, porque si los funcionarios que rodean al gobernador atendieran y escucharan al pueblo cuando éste se los pide, tal vez los jóvenes Alexis Herrera y Gabriel Echeverría (qepd) seguirían vivos. No se preocupe, no tomaré autopistas ni gasolineras, aunque con sus atropellos usted me ha dado razones de sobra para que yo eleve una enérgica protesta. En su lugar, apreciable C. Alejandra Frausto, continuaré intentando ser escuchado por vías pacíficas. Yo no caeré en provocaciones que funcionarios como usted usan para orillar al pueblo a pedir, al fin, la caída de su propio gobierno.
Periódico Pueblo Guerrero, 23 de enero de 2012
lunes, 23 de enero de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario