Roberto Ventura Pérez/Ciudad de México
Descendiente de una familia que por tradición ha cultivado la música tradicional calentana, guerrerense o alguna rama de las bellas artes; nacido en medio de notas, diapasones y cánticos que arrullaron sus sueños en vida temprana. Arturo Villela Hernández, músico, compositor e intérprete de la canción guerrerense, nace el nueve de octubre de 1937 en Ciudad Altamirano, Guerrero, a la ribera del río Cutzamala. Casado con María Antonieta Villavicencio Altamirano, con quien tiene hijos. Es descendiente del matrimonio conformado por el profesor Arturo Villela Sepúlveda y María Hernández Ugarte. Sus hermanos son: Esther, Virginia, Félix Manuel, Braulio (ya fallecido) y María de la Fe. Hace 25 años que se alejó de la vida artística, de los escenarios y de las actividades culturales, a consecuencia de su estado de salud y problemas con su garganta que a la larga ha redundado en la disminución gradual de su voz.
En entrevista para este medio, el “hijo predilecto de Ciudad Altamirano” (1997), quien cumplió hace unos días 75 años de edad, accedió a compartir parte su vida y relata que él nació entre los instrumentos musicales, “mi padre formaba parte de un grupo musical que "escoleteaba" (ensayaba, practicaba) en nuestra casa y dejaba ahí sus instrumentos. Era mi oportunidad para tocarlos todos. Mi padre tenía un piano (que en su oportunidad me obsequió como regalo de cumpleaños), a la edad de seis años me dio las primeras clases (fue mi primer maestro de música y de piano). En 1945 abrieron el Internado número 20 "Evarista Peñaloza", fui de los afortunados que me inscribí; además de estudiar la Primaria, teníamos que aprender y desarrollar otra actividad (carpintería, peluquería, zapatería, enfermería, música, etcétera). No desaproveché la oportunidad. Tuvimos un buen maestro, José Rentería Liera, quien formó una orquesta con los alumnos, a mí me asignó el violín (pero antes había que estudiar -obligatorio- todo el método de solfeo; en los ensayos tocábamos todos los instrumentos. Lo mismo ocurrió en la Secundaria, fui de las primeras generaciones que formó la Escuela Secundaria por Cooperación "Cuauhtémoc", en Tepecoacuilco de Trujano, Guerrero, ahí otro buen maestro de música, Manuel Ruiz Rodríguez (quien también formó una orquesta), me enseñó la mandolina; de igual forma aprovechábamos para tocar todos los instrumentos”.
“En mi adolescencia, en mis vacaciones, integramos un trío (con guitarras) en Ciudad Altamirano: Víctor Hugo Cortés, Wblester Mariano y un servidor. Nos inspiramos y tratábamos de imitar a "Los Panchos". En la época de la Vocacional, con mi hermano Félix Manuel, en la Ciudad de México, formamos un dueto, él ya se iniciaba en la composición de canciones, la poesía y la declamación, que mostraba desde la primaria, también en el Internado número 20, de donde era miembro de la Primera Generación. En esa época, también en vacaciones, me invitaban a tocar mi guitarra eléctrica (entonces era una novedad) en una orquesta de Huetamo, Michoacán, allá en Tierra Caliente, de los Hermanos Aguirre. A partir de noviembre de 1958, decidí dos cosas: empezar a interpretar solo canciones guerrerenses y/o de autores y compositores también guerrerenses. A partir de esa fecha, ya es otra historia”.
Quizá la voz de este ingeniero de profesión, escritor, cantautor y genial intérprete de canciones como “A Chilpancingo”, “Tixtleca preciosa”, “A Taxco”, “Las Amarillas”, “El Tecuán”, “El gusto”, “Altamirano”, “Tlapehuala lucido”, “Arcelia”, “San Miguel Totolapan”, “Zirándaro”, “Que te vas, te vas”, “El mero, mero”, “el calentano”, “Río Balsas”, ”Soy puro Tecampanero”, “De Michoacán a Guerrero”, “Mi Costa Grande”, “A Costa Chica”, y un sinfín de temas que hiciera éxito, sea una de las voces más escuchadas en la música tradicional calentana y tal vez en la tradición guerrerense. Su estilo para tocar y cantar la canción suriana impactaron en el gusto del público al grado de quedarse grabadas en la memoria de la gente; pero además, sus interpretaciones han sido retomadas por una buena cantidad de ballet folklórico de México y del extranjero, entre ellos el de Amalia Hernández.
La entrevista
- ¿Cuántos discos ha grabado?
Empecé con un disco ("stended play") de cuatro canciones, acompañado por el Mariachi Tenochtitlán de Heriberto Aceves, en los estudios "Orfeón", el más grande de América Latina en ese entonces. Enseguida un disco sencillo, con las primeras dos canciones de mi hermano Félix Manuel, acompañado por el Dueto Caleta, en los estudios "RCA Víctor". Después hicimos los "LPs". El primero con el Dueto Alma Guerrerense. Fueron 20 y otros más sencillos. Fueron varios los acompañantes: tríos, duetos, conjuntos de Tierra Caliente, arpa, conjuntos norteños, la Banda del "chile Frito", mariachis, con órgano, en fin, lo que decidía el director artístico de la grabadora. Me hubiera gustado (nunca quiso) haber dejado una grabación acompañado por el maestro Juan Reynoso. También hubiera sido una gran satisfacción haber grabado, acompañado del guitarrista Beto Bermúdez.
La compañía disquera donde grabé, desapareció. Alguien se quedó con esas grabaciones que aparecieron posteriormente en nueva presentación (discos compactos) pero sin ningún acuerdo de mi parte. Actualmente no cobro regalías por mis grabaciones.
- ¿Cuáles son tus mayores éxitos?
Más que éxitos, diría yo logros. Que fue el haber recopilado tantas canciones y dejarlas grabadas. Ahí están. Eso lleva tiempo, dedicación, pasión, amor, entrega, perseverancia, tenacidad, mucha fe, vivir las canciones. Entrevistas con los compositores, con los músicos, con los mismos intérpretes. No fue al primer intento ni en la primera compañía disquera.
Tuve la suerte de ser el primero quien le grabó la primera canción a Martín Urieta. Él ha comentado que yo sí creí en él. Yo lo considero a él como un "hombre espectáculo" ("show man"). Además de un buen compositor, un buen amigo, compañero y nos consideramos "paisanos" de Tierra Caliente.
- ¿Has recibido muchos premios, reconocimientos y homenajes?
No quiero pecar al respecto. Mi mejor premio, reconocimiento u homenaje es la aceptación de mi aportación como intérprete de la canción y música guerrerenses. Aunque no olvido que en una ocasión me distinguieron con un Programa en Radio y TV, en cadena estatal (Radio Guerrero), donde me hicieron el favor de acompañar varios amigos artistas guerrerenses y se excedió en tiempo el programa. Esto, desde Coyuca de Catalán, Guerrero. También en otra ocasión me dedicaron un programa completo en Radio Educación (UNAM), en un Control Remoto, desde mi domicilio particular, donde promovía los valores guerrerenses por medio del pozole guerrerense, que une a los guerrerenses, ya que la política los separa.
Estoy comprometido con mi guitarra y mis canciones difundiéndolas por mi cuenta por todas partes: en Guerrero, otros Estados, en el Distrito Federal y en el extranjero, aprovechando todas las oportunidades.
Conozco a Aguirre Rivero. Me considero su amigo. En una ocasión me invitó en compañía de mis amigos artistas guerrerenses que realizábamos una caravana por nuestro Estado, a su tierra, allá por la Costa Chica. Cuando nombran a un nuevo gobernador y tengo la oportunidad de conocerlo, le platico lo que estoy haciendo, no lo que quiero hacer.
Soy músico y moriré músico
- ¿En la actualidad sigues en la música?
Sigo en la música. Soy músico. Moriré músico. Como intérprete de la canción guerrerense, erróneamente pensé hacer el ridículo en público (por el respeto que se merece) hasta la edad de 50 años. De eso ya han pasado 25.
- ¿Qué mensaje te gustaría darles a los músicos actuales?
Si son guerrerenses, que no le hagan el feo a nuestra música, a nuestras canciones. Todas son bonitas. Lo que se oye en la radio y en la TV, es lo comercial, por lo que pagan para que se difunda, como cualquier producto o servicio que se promueve; no lo mejor.
Me siento muy orgulloso de ser "calentano". No niego la cruz de mi parroquia; genio y figura, hasta la sepultura"; y la cabra siempre tiende al monte. Nací, he sido y moriré "calentano". Vivo mi Tierra. Su música, sus canciones, el zapateado (sones y "gustos" su ritmo), sus costumbres y tradiciones, su fisonomía, su clima, la comida, el vocablo con sus dichos propios de la región, el mezcal, los antojitos, sus mujeres, etcétera. Nosotros nos entendemos. Y todo esto lo llevo conmigo y lo muestro en donde me paro.
No pretendo ser recordado por los calentanos; si mi atuendo está ahí en Coyuca de Catalán, es para quien quiera ir por él, se lo ponga y continúe con mi labor de recopilar, interpretar y difundir por todo el mundo nuestras canciones. Muchas son hermosas, inspiradas, con mensajes positivos y muy alegres. Mientras Dios me permita seguir con ustedes, estoy para entregar personalmente esta estafeta, para que no se pierda este tesoro musical calentano y guerrerense.
Me consideran "compositor" porque así llaman a quien es autor de la letra y la música de una canción; pero en realidad quise aprovechar la oportunidad de interpretar y difundir por todas partes, no mis canciones, sino todas las que pude del mayor número de compositores guerrerenses y con temas de Guerrero, incluyendo las mías. Sí tengo algunas canciones y en otras participé como coautor, y otras tantas que desarrollé como “por pedido" o "por encargo" ("mandadas a hacer"). Te comentaba que soy músico y me gusta mucho escribir. Con esto se me facilita la composición.
Hoy día, retirado de la vida artística, y abocado a su actividad de escritor y como asesor de Seguros Monterrey New York Life, Arturo Villela reitera que su atuendo calentano con el que recorrió todo su Estado (sombrero de Tlapehuala, huaraches, gabán, pañuelo y guicho), actualmente se encuentra en el Museo Regional de Coyuca de Catalán, donde simbólicamente está para quien quiera ir por él. Ha dicho que personalmente lo entregará a quien decida abanderar la tradición.
Publicado en los periódicos:
-- Pueblo Guerrero, 12 de octubre de 2012
-- Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 12 de octubre de 2012
FELICIDADES PUES, A DON ARTURO VILLELA, MI PADRE, ELIAS LOPEZ CASTRO FUE GUERRERENSE MAZATLECO, PROFESOR NORMALISTA Y TAMBIEN EXCELENTE INTERPRETE DE LA MUSICA GUERRERENSE, DE AHÍ HEREDE EL GUSTO POR TAL BELLA MUSICA, ME CONSIDERO GUERRERENSE DE CORAZON, PUES NACI EN EL D.F. Y DESDE MI INFANCIA SIEMPRE ESCUCHE A DON ARTURO, QUE DIOS LO CONSERVE MUCHOS AÑOS MAS Y GRACIAS POR SU GRAN CONTRIBUCION A LA CULTURA NACIONAL..
ResponderEliminarArturo Villela me acompañó en mi infancia en lugar de Cri_Cri. Cuanto agradezco haber conocido al Chante Luna antes que al Ratón Vaquero....El Mero Mero antes que BomBom 1... Tierra Caliente antes que la Marcha de las Letras. Gracias, Yo... yo solo soy un Pololcingueño orgulloso de su origen. "huarache, huicho gabán y sombrero calentano..."
ResponderEliminarNací en Taxco Guerrero. Soy felizmente Guerrerense. Esta música de Arturo Villela creció conmigo. Es el alma de mi Estado. Vivo en Morelos pero a Guerrero y Taxco los llevo siempre en mi vida.
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