El son, la chinela y los ritmos caribeños de la oaxaqueña
conquistaron en Taxco
La voz, frescura y frenesí de Alejandra Robles, deleitaron en la Feria de la Plata
La soltura del baile contemporáneo, la poesía y el dominio del
escenario, sus herramientas
Taxco, 9 de diciembre. La base sólida del jazz y bossa nova con los ritmos
del son, la chinela y los ritmos caribeños llegando hasta el rock, fueron el
ingrediente perfecto para enaltecer la voz operística, educada y seductora de la
cantante oaxaqueña y de sangre guerrerense de música tradicional mexicana
Alejandra Robles, en la 75 Feria Nacional de la Plata, quién se pronunció por el
reconocimiento de las etnias y de la cultura mexicana.
Con un ambiente especial y sobre un público selecto, la oaxaqueña salió al
escenario y comenzó con su concierto operístico y de fusión experimental con su
agrupación emblemática y profesional.
Los músicos vestidos de blanco y utilizando como base el jazz y la bossa
nova, le dieron la fuerza a la interpretación de Robles, que sin duda, es una
nueva artista que fusiona las culturas y las hace sentir México.
En cada actuación, hizo referencia de los pueblos originarios de Guerrero y
Oaxaca y la multiculturalidad que existe en el país.
También aprovechó para referenciar su trabajo en el concepto de la
reivindicación de la cultura mexicana que es la raíz de nuestra existencia.
Un vestido rosado y la fuerza en su voz tratada y con falsete en algunos de
los casos necesarios cautivó a los asistentes taxqueños, que por primera vez
escucharon la sensual participación de “la morena” Alejandra.
La noche en la plaza Borda fue cayendo y con ello, los ritmos de las chinelas
de Costa Chica, los sones, la guaracha, la música tradicional de Oaxaca, su
estado natal, fueron apareciendo.
La soltura del baile contemporáneo, la poesía y la determinación del dominio
en el escenario, fueron herramientas del trabajo de la cantante mexicana que ha
pisando escenarios internacionales, llevando la tradición de México.
La maestría de la danza contemporánea que la hace acompañar y la influencia
afro-mexicana, le da la identidad a una mujer que ha luchado por las raíces de
ambos estado y con singular precisión, por el folclor y la cultura de
México.
En cada pieza, con garbo, Robles sin duda mostró su frescura y frenesí en su
actuación, una de las mejores interpretaciones de la noche y de la feria.
El público, la mayoría adulto, descubrió la bella interpretación y el encanto
de voz.
Su imagen siempre furtiva dejó perplejos a los asistentes, que lograron
escuchar la música en vivo con ahínco y elegancia de Alejandra Robles.
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