Roberto Ventura
Hace unos días, se llevó a cabo el Encuentro de Música Tradicional Mexicana “Son para Milo”, que en esta ocasión se organizó por primera vez fuera de su sede original que es la Benemérita Escuela Normal de Maestros, y se trasladó al Faro de Tláhuac, ubicado al interior del Bosque que lleva el mismo nombre, en la de la capital del país.
Veinticuatro grupos de música regional tocaron por 18 horas continuas, ante los más de dos mil asistentes al encuentro que concurrieron los días viernes 6, sábado 7 y domingo 8 de diciembre.
Más de un centenar de músicos en escena tocando sones, huapangos, chilenas, sones y gustos de Tierra Caliente y todos los ritmos que nos hacen bailar y disfrutar de nuestra tierra. Todo aderezado con una amplia muestra gastronómica y artesanal, que iban desde sombreros calentanos, representados por la sombrerería SAMIROM y la Sombrerería Santamaría; los coloridos sombreros de Tixtla, los huipiles de Oaxaca y Chiapas, camisas de manta, discos, DVD y comida típica de diversas regiones del país, entre ellos el pozole guerrerense, las tlayudas oaxaqueñas, aguas de jobo, de amaranto, aguas de maracuyá y carambola, el infaltable mezcal de Almolonga, comunidad de Tixtla en su versión de amargo y los curados de canela. Una vasta riqueza cultural que la concurrencia pudo disfrutar en un solo espacio.
Con este marco, el sábado siete, los Hermanos Tavira presentaron su disco “A orillas del río Balsas”, tocando una decena de canciones, entre ellas Guerrero es mi región, El Maracumbé, La Pichacua, incluidas en el material discográfico, que llega para resguardar y renovar el gusto y el son de Tierra Caliente.
Apenas se escucharon los primero acordes de la música calentana, la oleada de paisanos subió al entarimado para dar muestra de cómo se baila en la región de Tierra Caliente. Ni la fresca tarde vespertina en la capital del país fue suficiente para espantar el gusto por zapatear.
A la mitad de su participación, los integrantes de la agrupación nos dieron una grata sorpresa, ya que presentaron un número especial donde participó Magdalena Peralta, madre de Javier (tamborita), Alfonso (guitarra sexta), Fernando (guitarra túa), Cuauhtémoc (violín) y Rafael (violín) y abuela de Vadim (Tololoche). Además, subieron al escenario Nélida Santiesteban y María de Jesús Tavira, familiares de esta dinastía de filarmónicos, ofreciendo un espectáculo sin precedentes en la música tradicional de Tierra Caliente, interpretando Una Mañana, un gusto de la autoría del violinista del grupo, Cuauhtémoc Tavira Peralta, que viene incluido en este material.
Para acompañar la cena de la Navidad, nada mejor que un chingadazo de mezcal…
Nuevo disco
El material discográfico contiene 13 melodías de tres generaciones de músicos de la familia Tavira: Juan Bartolo, el patriarca de este linaje; José Guadalupe y de Cuauhtémoc Tavira. El primero, participa con una versión de El maracumbé; el segundo, aporta A orillas del río Balsas, el gusto que da nombre al disco, además con Guerrero es mi región y Julia, y el último, es el creador del gusto que se está promocionando en la radio: Desde la orilla del Balsas. Igualmente, Cuauhtémoc participa con canciones como La diva del Balsas, Homenaje, Magdalena, Utopía, Amanecer, Algún día lo sabrás) y Una Mañana. De su padre Félix Tavira, incluyen una versión del trepidante son La Pichacua.
Todas las canciones evocan los recuerdos por la Tierra Caliente querida, la nostalgia de las tardes vividas, sus campos y los recuerdos en las riberas del río balsas, reafirmando el estilo Tavira para interpretar la música calentana. Los gustos, sones, valses, pasodoble, fox y danzón, traen nuevos sonidos y arreglos, que estoy seguro sorprenderá a más de uno.
Del disco, sobresalen algunos temas ya conocidos por los seguidores de la música calentana, entre ellos Algún día lo sabrás, el vals que fue la música de fondo de la recordada y dramática película “El Violín”, la cinta dirigida por Francisco Vargas y donde el actor estelar fue el extinto músico y violinista don Ángel Tavira Maldonado, tío de los integrantes de la agrupación.
Asimismo, brilla La Diva del Balsas, el paso doble que musicalizó el documental “Tierra Caliente… se mueren los que la mueven”, dirigida por el mismo Francisco Vargas.
Durante años, los Hermanos Tavira se ha dado a la tarea de trabajar y enriquecer la interpretación de la música calentana. De ahí que la continua búsqueda de formas armónicas de las voces y los violines, la base rítmica y los novedosos temas, sea una constante en el trabajo de estos jóvenes músicos, dando un sello innovador a los sonidos de la Tierra Caliente.
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