Las coplas y sones calentanos dan identidad a la región, dice el antropólogo Juan José Atilano

Publicado el sep 3, 2011 Sección Cultura

Anarsis Pacheco Pólito



Chilpancingo



El Instituto Nacional de Antropología e Historia de Guerrero presentó la conferencia !Ajúmala calentano!, como parte de la sesión de septiembre de la Cátedra Ignacio Manuel Altamirano que se realiza en el Auditorio de los gobernadores en el Museo Regional de Guerrero.

En esta sesión mensual participó el antropólogo Juan José Atilano, quien habló extensamente sobre los cantos y coplas que se crearon en la rivera del Balsas, mismas que contribuyen a dar identidad a la región.

A la actividad asistió un número nutrido de ciudadanos de la capital, en el que se destacaba la presencia de jóvenes estudiantes de nivel medio superior, quienes estuvieron atentos durante la exposición del antropólogo invitado que duró una hora y media.

Durante la charla el conferencista explicó que una de las regiones del país con mayor riqueza musical y poética es la Tierra Caliente, la cual se integra por una amplia zona geográfica que se extiende por los estados de Guerrero, Michoacán, Colima y Jalisco.

Indicó que el estilo particular de la poesía y la música se fueron configurando desde el siglo XVIII por la depresión de la cuenca del río Balsas y el Tepalcatepec, en el que se localizan varias poblaciones mestizas.

Comentó que es necesario rescatar el acervo musical de la zona, y alimentar a la sociedad con más actividades relacionadas con este estilo musical que se ha logrado consolidar a través de los años, con el apoyo de las poblaciones que lo originaron.

Mencionó que a los sones calentanos se adscriben gustos, peteneras, malagueñas, inditas, mariquitas y san agustines.

En la cátedra recordaron las expresiones poéticas de estos géneros, en particular la copla y el corrido, en la que se destaca la descripción de la zona, como el paisaje, las historias, pero sobre todo muestra un panorama general sobre las actividades calentanas de antaño.

Finalmente comentó que la copla y el corrido calentano, constituyen una especie de huella genética que nos permite desentrañar la singularidad del ser calentano, además de entender las relaciones amorosas entre hombres y mujeres.

El Sur, 03 de septiembre de 2011