Mar sagrado fue mi éxito, recuerda Salatiel del Mar

El compositor ha dejado de escribir; vive de sus regalías y de su empleo en el ayuntamiento


ERIKA SALINAS

Salatiel del Mar es el compositor del afamado tema Mar sagrado, que el grupo musical Acapulco Tropical hizo trascender más allá de las fronteras de México.

En La Roqueta pasamos la noche, sobre la arena y conchas del mar; entre sus brazos me quedé dormido y al llegar el alba la volví a besar.

Salatiel del Mar visita La Jornada Guerrero y nos obsequia su voz con sus nuevas canciones, como Quiero pedirte perdón y Gacelita, que, por cierto, cantó y actuó en la película Guerrero, que estelarizaron Félix Salgado Macedonio y Lina Santos.

Salatiel del Mar, trovador y compositor, se ganaba la vida cantando en los camiones urbanos hasta 2005, cuando ingresó a trabajar al ayuntamiento de Acapulco con el mismo Salgado Macedonio, cuando fue presidente, entre 2005 y 2008.

–Mi estimado Salatiel, ¿qué haces ahora?

–Sigo trabajando en el ayuntamiento modestamente, sirviendo a la gente.

–¿Y en el terreno musical?

–Cobrando regalías de mis canciones, que es poco, pero gratificante para mí como compositor.

–¿Tienes nuevas canciones?

–Claro que sí, tengo Quiero pedirte perdón, La última caricia, Cuando me acerco al mar, Cuando miro tu retrato, María, Mesón de mis amores y otras tantas que son inéditas y espero pronto me graben.

–¿Por qué Mar sagrado?

–La compuse en Acapulco, recordando un amor de mi juventud. Fue un día y una noche completa. Era una turista de por allá de Chihuahua, era delgadita, guapa, blanca, ojos verdes. Yo andaba de prángana. Yo no trabajaba y apenas tenía 17 años. Ella tendría unos 16 años, la chamaca. La invité a La Roqueta y nos pasamos la tarde y la noche; hasta el otro día, a las 11 de la mañana nos despedimos.

–¿Y luego qué pasó con ella?

–Pues, fue una aventura, fue algo que se dio y nos quisimos mucho para ese momento ese día; fue la inspiración de la canción que escribí después de 20 años, Mar sagrado. Porque en ella narro todo lo que pasó.

–¿Y ahora qué sigue? ¿Vas a dar a conocer tus nuevas canciones?

–Pues, la verdad, yo ya he dejado de escribir. Porque ahorita estoy leyendo la Biblia, ahora soy evangélico. Ahora mi amor y mi fe están en Jesucristo; en segundo lugar, mi trabajo, y en tercer lugar, mis canciones.

–¿Y tu familia?

–Pues, ya mis hijos ya todos son grandes y ya ellos viven su vida aparte, y yo también.

Y así termina la breve charla.

Mar sagrado, tú fuiste testigo de las caricias de aquella mujer, que con sus besos me ahogó entre sus brazos, y tú mirando la puesta del sol…


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