lunes, 3 de octubre de 2011

Ña Marina, la cancionera del triste mirar y el dolor de ser negra



(Primera de dos partes)

Doña Marina está en su casa, a donde llegamos de sorpresa, y se sorprende gratamente cuando este reportero le pide una entrevista para ser publicada en El Faro, porque ella ha querido durante mucho tiempo que su arte se conozca y ha luchado por ello, a veces hasta conseguir el enfado de su marido, de sus hijos, de sus nietas: desde hace años doña Marina compone canciones que sueña, y se mete en las mentes de cantantes y compositores famosos porque desea que alguno de ellos, alguna de ellas cante “aunque sea una” de sus hermosas creaturas imaginadas para sus voces.

La primera reacción de doña Marina, que frisa los 62 años, es componer su aspecto, mejorar su imagen, no quiere parecer “pallanque”, y actualiza, de ese modo, una palabra que tiene poco uso en el lenguaje actual de los criollos. Estamos en Tierra Colorada, a unos metros del mar, a escasa distancia del desovadero de las tortugas golfina y laúd. La canción que nos ha llevado hasta allí, Este triste mirar, tiene ese aire en el ritmo, en la cadencia, en el tono de la voz con que doña Marina la canta: terrible y tierno, luminoso y oscuro a un tiempo, inconmensurable e indispensable para sentir palpitar la vida. “Un rezo”, ha de opinar una niña-mujer, un doloroso rezo que mueve al llanto, dice.

-Es que ando toda pallanque, dijeran… [Y se ríe.]

-¿Qué quiere decir pallanque?

-Pallanque… de esas negras originales, pallanque, yo creo…

-Usté, ¿es de aquí, nacida y criada?

-Sí, de aquí, de Colorada.

-Su papá componía –informa un acompañante nuestro, compadre de la entrevistada–, componía canciones y cantaba.

-Sí, mi papá componía. Por ahí tengo una canción de él; apenas me dijeron que la cantara, pero no la pude cantar porque lloré, pues, empecé a llorar.

-¿Ésa, no es de usté, la que le trajeron?

-No, es mía, pero también no la pude cantar porque nombra a mi papá… que porque mi papá componía, por eso, yo creo, heredé, pues, eso.

-¿Cómo se llamaba su papá?

-Israel Guerrero. Él fue de los meros originales de aquí.

-¿Y cómo le nació, cómo le hizo usté?

-Pues, yo… porque mi papá componía, y sus canciones quedaron nomás perdidas…a él le encantaba tocar la guitarra… y yo le pedía a Dios sabiduría para componer canciones, para que mi papá… eso no quede tirado, pues, así. Y sí, dios me empezó a dar eso, que hasta después soñaba las canciones…

-…de su papá…

-No, las mías, las soñaba así y yo… una vez soñé que un niño ‘taba cantando la canción y ya, amanecí, digo: Bueno, esa canción, yo nunca la’oído. Entonces, empecé a terminar esa canción, pero fue ya soñada, pues. Así, me acuesto, y me levanto en la madrugada a escribir, porque si no se me pasan; porque, casi allí me da el empiezo de las canciones y ya, después, las grabo en un ratito pa que no se me olvide la tonada, y ya, al otro día la compongo toda.

-¿Qué instrumento toca?

-Pues, yo tengo ganas de tocar guitarra, toco un poquito la guitarra.

-Pero, más o menos tiene idea de…

-Sí, porque yo… apenas en Guadalajara hice el esfuerzo de… lo que yo llevaba, mi dinerito, y fui a San Juan de Dios y compré mi guitarra, compré mi guitarra con desesperación, y ahí la tengo, cuidándola, a mi guitarra. Pero, tantito, aprendí; aprendí tantito, nomás pa poder, pero hay canciones que no les entiendo. Yo digo: Quisiera saber cómo se toca el son de eso para… pero no puedo…

-¿No hay músico aquí, que le enseñe?

-Sí hay músico, pero, pues no conozco a nadie que me enseñe aunque sea lo primordial, lo básico. Pero sí hay unas canciones que las toco yo, que las canto.

-Pero canta, aunque no toque…

-No, con la guitarra…

-Yo he escuchado unas dos de usté, pero sin guitarra…

-Sí, pues, pero una que otra ya con guitarra, pero nada más el tan-tan, tan-tan.

-¿Cuándo comenzó a componer?

-Tengo como unos tres años, componiendo. Pero, registradas, tengo como 35 canciones. Las registré ahora que estuve en Guadalajara… Porque… yo tengo muchas canciones que compongo y me dicen que se las lleve a los artistas, así que yo las compongo. Digo: Ésta le queda para tal artista, para tal artista, pero ahí las tengo nada más.

-¿Y se las lleva?

-No, ahorita dejé unas en Guadalajara y les dije a mis cuñadas: ‘ira, aquí dejo todo compuesto, ya, el disco y la letra, pa que se lo lleven a tal artista, a tal artista. Y no sé, pues, si se lo llevaron.

-O sea que usté no es artista…

-Pues yo sí pienso que soy artista, pues, compositor, compositora…

-Y hasta canta…

-Y canta muy bien [interviene una poetisa en ciernes que se ha conmovido con el canto de doña Marina: Extraordinaria composición... la fuerza de la voz dice más que mil palabras, ha escrito.]

-Eso me dicen, sí, eso me dicen, pero yo le pido a Dios… quisiera que algún día… ser reconocida…

-Ser famosa…

-No, no ser famosa, ser reconocida, aunque sea me reconozcan de que hice canciones para aquí, pa nuestro pueblo, pa nuestro Guerrero, porque yo tengo canciones de Acapulco, que dicen Acapulco allí. Y digo: Allí están nada más, que queden perdidas. Quisiera que algún día fueran reconocidas, aunque sea mis canciones. A mí me gusta cantar…

-Usté es una artista, claro, en sentido auténtico, de verdá, pero en esta cultura nuestra no nos enseñan a ver al de aquí, le ponemos más atención al de fuera, y más si es güero…

-Sí, eso es lo que trato de decir en mi canción, ésa, de Este triste mirar, porque hasta cuando nace un niño dicen: ¡Ay, Túúú, tánegriiiiitoooo! Pues, no le hace. Y si fuera un güero, ay, le da a uno gusto: ¡Mira, está güero, está… Y, pues, él no tiene la culpa de haber nacido negrito, digo… porque yo sufrí eso cuando ‘taba en la escuela, en Acapulco. Entonces había más discriminación. Decían: Negritilla, hija de los diablos, nos gritaban, y nos venían gritando otros negritos. Entre uno mismo no se… y se cría uno con complejos, porque se acompleja uno…

-¿Qué estudió en Acapulco?

-No, yo nomás hasta la primaria, es que yo soy…

-¿Y pa qué ocupaba más?

[Risas, de doña Marina]

-Sí…

-Estudió la primaria y compone…

-Sí, yo eso le pedía a Dios, de que yo no sé guitarra ni nada y digo: ¿Cómo voy a componer si…Yo he visto que todos los que componen se acompañan de la guitarra. Dios mío dame entendimiento para componer la letra y también ponerle la música. Hasta me dijeron allí, en Acapulco, un músico: Oiga, pero ¿le pone también la música o quiere que le ponga la música? Porque me cobraba más caro ponerle la música. Le digo: No, ya lleva la música. ¿Cómo que ya lleva? Sí, le digo, mire, aquí está, en el teléfono [celular, grabada]. Dice: Ah, sí, ya tiene la música. Porque yo le voy componiendo la música y la letra.

-¿Es fácil o es tardado?

-Pues, para mí se me hace fácil ahora, pero antes no, porque… digo… se me hace feo componer la letra nada más. Y digo: ¿Ahora cómo le voy a poné la música? Y no, ya la voy componiendo con música, ya, así.

-Le dio Dios ese talento…

-No, tengo como ciento cincuenta canciones…

-¿Y de qué hablan sus canciones?

-Yo, pues, casi puro de decepción, puras cosas de decepción porque casi he sufrido pura decepción, yo… Tengo una que le compuse a un hermano que tenía una esposa que era de la calle, pues, y lo dejó. Y me dijo, sufriendo… pasó unos días, y le compuse su canción, y casi pura de decepción me quedan a mí, componer, porque tengo hasta como para Paquita, para Jenny Rivera y eso, tengo…

-Pero, ¿para usté no compone?

-No, pues, las mías, la’stoy sufriendo yo, pero digo: Ésas canciones le quedarían en voz de fulana, pero ésa… Como ahorita ‘toy sufriendo una mera decepción, que ahorita ‘toy componiendo las canciones más buenas, yo creo…

-¿Y de qué decepción carga? A la mejor nos ponemos a bebé, yo también cargo una mordedura en el corazón…

[Risas]

-No, pues, de que no nos podemos poner de acuerdo con mi señor. Ahorita, él está en Guadalajara porque su mamá está enferma, y como… por eso mismo, la descriminación, de que su mamá nunca me quiso porque ella quería gente preparada, gente que… pues, como está preparado él…

-Pero, usté, ¿ni modo que no sepa echar tortillas, guisar…

-Ya tenemos una hija de 17 años y todavía su mamá no me quiere. Digo: ¿Cómo va creer? Tantos años que tengo con su hijo y todavía quiere que haga méritos…
-Pero, esa canción ya está hecha, ¿no? Fue tu mamá/ la que te aconsejó/ que me dejaras…

[Risas]

-Pero así nomás, como cuando está uno de buena, que está alegre con…
-¿No compone canciones de alegría?

-Sí compongo, pero ésta, mero que le llegan al corazón porque lo está uno viviendo, pues, y también ponele la frase y el sentimiento, pero exacto.

-Yo escribo poemas, y cuando me chingan es cuando me salen mejor… ¿Por qué será que cuando uno sufre, escribe, y con la alegría es más difícil?

-Ándale. Sí, es lo que no sé, no le entiendo por qué, porque cuando siente uno su corazón herido. Porque yo soy de esas mujeres que tardo hasta tres años pa olvidar a un hombre. Digo: Voy a ‘tar esos tres años con ese… sufriendo…

-Esa canción también ya la hicieron: Estoy sufriendo por ti/ desde que tú te marchaste…

[Risas]

-Sí…
-Y si las canciones ya están hechas, ¿cómo le hace uno pa seguir componiendo?
-Sí, hay otros músicos que me gustan, como el ese Urieta, porque ese tiene el tipo parecido al mío, de que unas canciones que llegan, pues…

-Puro sufrimiento, puro dolor…

-Sí. Yo tengo cumbia, pero más boleros, de ésas de decepción, pues. Tengo cumbia; también le compuse una a un muchacho que anda aquí, un morenito, un sobrino mío, también le compuse su cumbia. Él es muy inocentón. Dice [Canta:] Foncho, Foncho, Foncho,/ Foncho es un negrito,/ es hijo de Pedro,/ hermano de Pechito.// Foncho, Foncho, Foncho,/ Foncho es un frentón,/ es aquel negrito/ que creció pelón.// Óyeme tú, zanca,/ ¿y quién es ese Foncho?/ ¿Ahora no te acuerdas/ de quién es Alfonso?// El que va a los bailes,/ siempre se chancea;/ él siempre se agarra,/ siempre se pelea.// ¿Cuándo vas al norte?,/ le dice a un panzón:/ Yo no estoy ni tonto,/ que me hagan jabón.// Él nomas le gusta,/ nomás la bailada.// Cuando compra torta/ la pide sin nada,/ no quiere verdura,/ no quiere jamón,/ él nomás le gusta/ comer pan pelón,/ él nomás le gusta/ comer pan pelón. Porque es inocentón, pues, él…

-Pero, ese final no está inocente…

[Risas]

-Es que le dicen: ¿Cuándo vas al norte, Foncho? Ah, yo no estoy ni tonto que me hagan jabón, dice.

-¿No conoce usté el verso: Muchachita bunitilla/ ya me picó el alacrán;/ si no quieres que me muera/ dame sopita del pan… Cuando dice que Foncho nomás come pan pelón, ¿de que habla?

[Risas]

-El pan, pues, sin nada… [Risas, risas, risas] Tengo otra cumbia, del queso… A ver [se dirige a sus nietas], pásenme mi libreta, y los lentes…

Por: EDUARDO Añorve
Cuajinicuilapa, Gro.

Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 30 de septiembre de 2011

1 comentario:

  1. aqui algunaz de laz compozizionez

    http://soundcloud.com/ramses_volvo/ese-triiste-mirar-marina

    http://soundcloud.com/ramses_volvo/floresita-d-aleli-marina

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