miércoles, 5 de junio de 2013

Son para Milo: un movimiento cultural exitoso

Uno de los encuentros más incluyentes y exitosamente autogestivo, promotor del patrimonio sonoro del país y que año con año lo muestras a los capitalinos para mantener vivo los valores que nos dan identidad.

Roberto Ventura/Ciudad de México

Talleres y conferencias, más de 300 músicos, organizados en 68 grupos actuando de manera ininterrumpida en dos escenarios, venta de artesanía y una variedad impresionante de gastronomía, colores y sabores provenientes de diversas partes del país, es lo que el público asistente se encontró en el XII Encuentro de Música Tradicional Mexicana. Son para Milo 2013, organizado el pasado fin de semana en la explanada de la Benemérita Escuela Normal de Maestros, cuyos trabajos iniciaron el 25 y 26 y se reanudaron el 31 de mayo y terminaron el pasado domingo 2 de junio.
 
A la gigantesca tarima se dieron cita los sones jarochos, huastecos, planecos, tixtlecos, calentanos y la variedad de coloridos ritmos traídos desde diversas zonas musicales del país por grupos de renombre. Sonidos que desde temprana hora hicieron latir el entarimado por los redobles de los miles de zapateadores que desfilaron por tres días consecutivos en el famoso festejo musical.
 
Guerrero se hizo presente con las chilenas, los sones de tarima de Tixtla, los gustos y sones de Tierra Caliente. El viernes 31 de mayo, primer día de Son para Milo, se presentó el cantautor Erick de Jesús, tres horas después entró al escenario Chintete, liderado por Agustín Barrios, con los sones de tarima y cerró la jornada Alma Calentana, quien con los gustos y sones de Tierra Caliente prendió el escenario con canciones tradicionales como La Pishacua, La Gallina, La Rabia, La Mariquita, entre otras.
 
As del Sur, del maestro Eduardo Morales Bello, Los Nietos de Rufino Arellano, subieron al entarimado gracias al gesto generoso del reconocido grupo Los Salmerón, quienes cedieron su espacio para que estos jóvenes músicos constituidos como grupo hace más de un año, mostraran su habilidad para tocar gustos y sones calentanos. A los hermanos Tavira, les correspondió cerrar la jornada sabatina.

El domingo, último día de Son para Milo, les correspondió al Gavilán del Violín, dirigido por Pedro Paredes Chamú, quien interpretó gustos y sones como Estampa calentana, Cantando disiparé, La Tortolita, entre otras. Con el grupo Yolotecuani, culminó la participación de los músicos guerrerense en el XII Encuentro de Música Tradicional Mexicana.
 
A más de una década de haberse instituido, gracias a la visión de Rodrigo Rojas Aragón y Consuelo Martínez Sánchez, Son para Milo se ha constituido como uno de los movimientos culturales más importante de la música tradicional mexicana en la capital del país. Uno de los encuentros más incluyentes y exitosamente autogestivo, promotor del patrimonio sonoro del país y que año con año lo muestras a los capitalinos para mantener vivo los valores que nos dan identidad.

Periódico Pueblo Guerrero, 05 de junio de 2013

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