COSMOS
Por: Héctor Contreras Organista
Licenciado Bernabé Salgado Patiño
-Teloloapan-
Cuando escuchamos hablar de Teloloapan con el interés, el cariño y el conocimiento que de su hermosa tierra tiene un gran economista como es el licenciado Bernabé Salgado Patiño, no podemos menos que sorprendernos gratamente por la historia, las tradiciones, la música, la producción agrícola-ganadera y la cultura que en términos generales distingue desde siempre a esa ciudad ampliamente conocida por su famosa Tecampana y su leyenda.
Ya el maestro Gonzalo Guerrero, autor de la canción-himno que narra cómo es y qué es Teloloapan, se encargó de describirla y popularizarla hace muchos años:
“Teloloapan eres flor
de quimeras desprendida,
del jardín de la ilusión
donde se recrea la vida.
Tus calles bien empedradas
de belleza sin igual,
le dan hermosa fachada
de una ciudad colonial.
Tu Tecampana sonora
como de fino de metal,
es roca que canta y llora
su canción sentimental;
sentimiento de tu raza
y el dolor tradicional”.
Recibimos la amable invitación del apreciado amigo don Martín Ortiz Valle, de su esposa y de sus hijos para desayunar en su hogar y presentarnos con el licenciado Bernabé Salgado Patiño y con su hermana, la licenciada María Magdalena a quien hace años conocimos cuando llegó a estudiar a la Universidad Autónoma de Guerrero.
Fue una mañana de marzo muy agradable cuando enriquecimos los pocos conocimientos que teníamos sobre esa bella ciudad. La amena charla del licenciado Bernabé Salgado Patiño nos llevó a recoger de su amplia cultura los muchos datos que necesitábamos para compartirlos con los lectores de Diario de Guerrero:
-¿Qué noticias tienes usted del Profesor Gonzalo Guerrero?
“Lo que sabemos de él, lo que se comenta allá en Teloloapan, incluso en algunas publicaciones es que llegó a estudiar la Secundaria. Casualmente la Escuela Ignacio Manuel Altamirano fue la segunda secundaria a nivel estatal. En la costa no había el servicio de ese grado. En el lapso que estuvo estudiando fue cuando creó la canción Teloloapan. Se comenta en algunas publicaciones que enamorando a alguna muchacha llevaba serenatas y fue cuando creó la canción.
-Esto, ¿en qué año sería?
“La Secundaria, la ESIMA ya tiene alrededor de setenta años, me imagino que más o menos en esa época, porque él fue de las primeras generaciones, estamos hablando más o menos de los años treinta del siglo pasado”.
-Tengo entendido que esa canción se popularizó todavía más cuando la grabaron el Trío Los Santos.
“Sí, la graban Los Santos y la graba un trío nativo de Teloloapan, Los Cancioneros del Sur”.
-¿Qué significado tiene para ustedes esta canción?
“Es prácticamente el himno del municipio o de la ciudad. Tiene un significado muy especial porque a pesar de que el profesor Guerrero no fue nativo de allá tuvo la sensibilidad de describir perfectamente el Teloloapan de esa época”.
-Y además es como una chilenita con un ritmo muy sabroso.
“Un ritmo muy bonito. La chilena es sensual con un requinto muy florido”.
-¿Qué más me puede decir del maestro Gonzalo Guerrero?
“Que al concluir la secundaria salió de ahí a estudiar no sé dónde y fue cuando se hizo maestro, porque al terminar la secundaria entró a alguna Normal, pero no sé a cuál”.
-Teloloapan tiene un orgullo artístico muy significativo, muy grande porque allí nacen Los Cancioneros del Sur.
“Sí, de ahí son originarios, incluso son familiares muy cercanos con el papá del escritor Juan Sánchez Andraca quien fue nativo de Teloloapan y familiar de Los Cancioneros del Sur”.
-Se dice que es el primer trío mexicano que da a conocer la canción romántica incluso antes de Los Panchos y Los Diamantes.
“Si, ellos fueron de los primeros porque había una tradición en la región similar a la que podemos ver o escuchar por noticias de que se dio en Yucatán por la influencia que venía de Cuba, del Caribe. A Teloloapan no sé de dónde le llegó la influencia pero era tradición tener grupos de guitarra que cantaban canciones románticas”.
-Una ciudad que se distingue por su romanticismo, por su hospitalidad, su amistad es Teloloapan.
“Sí, efectivamente, porque a pesar de que han cambiado las condiciones o las circunstancia pero Teloloapan sigue siendo una ciudad muy hospitalaria y muy romántica por su ubicación, yo creo que todo se conjuga”.
-¿Qué opinión le merecen Los Cancioneros del Sur?
“Es un trío muy representativo de Teloloapan que se encargaron de difundir y dar a conocer a Teloloapan, aunque ya su vida adulta la vivieron fuera pero promovieron la cultura, el estilo de Teloloapan al grado que cuando estaba en Chilpancingo estudiando, se les hizo un homenaje, hay una calle con su nombre, siendo presidente municipal Waldo Ojeda Sánchez. La calle tenía el nombre de un gobernador de Guerrero porfirista, se llamaba Francisco Arce y se le cambió el nombre a Cancioneros del Sur”.
-¿Qué más puede platicar del romanticismo de su tierra?
“Se mantiene el romanticismo. Las instancias y organismos dedicados a la cultura se han centrado más en la capital del estado, han prestado poca atención a otras regiones, pero allá se mantiene, hay gente que aún compone. Últimamente ha habido gente que se ha dedicado a mantener viva la música local, las costumbres. Por segundo año consecutivo se realizó un encuentro sobre música regional y danzas, buscando preservar todo eso. Y eso es nuevo, porque estaba muy olvidado”.
-¿Han surgido nuevos compositores, cantantes, grupos musicales?
“Con esta moda de los gruperos, hay grupos y bandas que han dado a conocer canciones que han surgido ahí y que yo he escuchado en Chilpancingo. A lo mejor ha permeado lo que pasa en todo el país, mencionan que narco corridos y todo eso, y a lo mejor enfocados también un poco a exaltar las cualidades de personajes de ese tipo, pero hay grupos nuevos”.
-También Teloloapan tuvo la elaboración de una artesanía muy especial. Digo que tuvo, porque me parece que desapareció. Algunas personas elaboraban esa artesanía en un material muy conocido, el Techonquelite.
“Sí, es un material que en la región le llamamos Techonquelite, parece que por Chilapa elaboraban una artesanía parecida con el mismo material que me parece que aquí le dicen Peperucha, pero allá se le llama Techonquelite. Hacían floreros, cosas así. Lamentablemente no hubo la sensibilidad de las autoridades por preservar, a lo mejor mediante de un sistema de becarios hacia los artesanos para que se promoviera y se difundiera esa artesanía. Uno de los últimos artesanos de ese tipo tiene menos de un año que falleció, era un profesor, se llamaba Genaro Zaragoza, él fue de los últimos que elaboran esa artesanía, sus hijos son maestros, pero al ya no haber mercado para esa artesanía ya no la elaboran”.
-Teloloapan, en el aspecto histórico, en los doscientos años de Independencia es muy importante.
“Así es, porque ahí ves que se consumó prácticamente la Independencia, no de manera formal, no en los papeles, pero en los hechos fue donde se encontraron Vicente Guerrero con Agustín de Iturbide. Por lo que sé y parece que está documentado todo eso, que cuando ya habían exterminado a todos los caudillo insurgentes el único que quedaba era Vicente Guerrero en esa región, y por eso el gobierno virreinal estableció el cuartel general en Teloloapan, para operar hacia Tierra Caliente y hacia Michoacán, ahí estuvo viviendo Agustín de Iturbide, en Teloloapan, ahí tuvo sus cuarteles y por eso se dio la coyuntura de que ahí decidieron encontrarse, cerca de Teloloapan. En el área cercana a Teloloapan hay un lugar que pertenece al municipio donde por tradición oral sabemos que fueron lugares donde tuvo fortificaciones Vicente Guerrero, pero están abandonados. Uno es Alahuixtlan, en el municipio de Teloloapan, ahí están los límites con el estado de México e inicia la sierra de La Goleta. Y en las faldas de esa sierra están Las Trincheras del Chivo, así se le conoce actualmente. Las construyeron Vicente Guerrero y Pedro Ascencio de Alquisiras, era una zona fortificada que tenía ahí, y la otra la tenían en el municipio de Apaxtla, en un lugar que se llama Cacalotepec, que en esa época pertenecía a lo que es actualmente Tlacotepec en la cuestión administrativa, pero también ahí tuvo otra fortificación Vicente Guerrero porque son lugares inaccesibles, cerros inaccesibles que nada más tenían una sola entrada y las condiciones físicas del terreno se prestaban para fortificar y cuidar los caminos”.
-A raíz de estas actividades históricas de la región se habla que de alguna manera se originó lo que ahora ustedes tienen como una de las principales tradiciones: Los Diablos, ¿qué me puede comentar al respecto?
“La versión que conozco y que de manera oral como me la han comentado es que se dio eso de Los Diablos porque había un destacamentos del ejército español en un lugar cercano a Teloloapan, aproximadamente a unos quince kilómetros, que es el río de Los Sabinos y que Pedro Ascencio de Alquisiras, para enfrentarlo, tenía menos elementos, porque era una guerra de guerrillas, para poder derrotar a ese regimiento español. En la región tenemos coincidencias con la Tierra Caliente de Michoacán de que en la región se usa La Cuera. Hay un destacamento especial que desfila el dieciséis de septiembre en la ciudad de México que va de Apatzingán, pero esa indumentaria también es típica de la región y se usa para montar a caballo. En la época de Vicente Guerrero y Pedro Ascencio ya se usaba, y con las Cueras se vistieron sus soldados y el chicote de lazo con palma, y tallaron máscaras. En la noche sorprendieron al regimiento español y lo hicieron huir sin disparar un solo tiro. Los hicieron huir y abandonaron el campo y las armas y de ahí se mantiene viva esa tradición, y por eso Los Diablos desfilan el dieciséis de septiembre, porque era más que nada un grupo de guerrilleros”.
-¿Qué significa para un joven teloloapense vestir la indumentaria de Diablo y hacer uso magistral del chico?
“Es motivo de orgullo y de mantener viva la tradición, aunque ahora como que se tiene fuera de contexto, como que muchos ya no saben su origen, ya lo ven más como una mojiganga. Pero de hecho, su origen es ese, fue de una acción militar histórica, aunque no está documentada la fecha pero se ha mantenido por tradición oral, de que así lo hicieron”.
-Esas máscaras merecen un comentario especial y por separado, porque en realidad son obras de arte.
“Son unas obras de arte, efectivamente. Mucha gente de fuera del país que ha venido a visitarnos le atribuye influencia africana y es posible, en la región hubo haciendas cañeras en donde los españoles trajeron a mucho negro a trabajar. Incluso hay comunidades cerca de Teloloapan que si no conocen a las personas pueden pensar que son de la Costa Chica, porque sus rasgos son totalmente similares a los de la Costa Chica, y puede ser que en las tropas de Vicente Guerrero y de Pedro Ascencio hubiera gente de origen africano, y por eso las máscaras estas, pero últimamente se han ido haciendo más complejas. Hay fotografías de las primeras y eran más simples. Sí, ya llevaban los colores brillantes, los cuernos, pero últimamente las hecho muy complejas, muy grandes y efectivamente son una obra de arte”.
-¿Qué me dice de los pasadizos subterráneos?
“Más que pasadizos, por la geología de la región hay muchas cuevas, incluso en el área urbana hay muchas cuevas y que fueron utilizadas yo creo como viviendas en tiempos de la guerra de Independencia y de la Revolución. He tenido oportunidad de entrar a algunas y hay vestigios de que hasta ahí cocinaban y ese fue su uso, y eso le sirvió a la gente de refugio”.
-Quiero suplicarle que me comente algo de lo que es hermosamente típico de Teloloapan: La Tecampana sonora.
“Bueno, se le ha dado promoción a la que queda prácticamente en el centro aunque en realidad, alrededor de Teloloapan, ya lo que es actualmente la mancha urbana hay otras tres Tecampanas. Todas están ligadas a la leyenda que surgió dela tradición tanto indígena como española. Se conjuntó y se creo, porque al fin de cuentas Tecampana es una palabra castiza que viene del náhuatl: Tetl, que es piedra y campana que es del castellano y que literalmente sería ‘Campana de Piedra’, pero al hacer la leyenda se creó personaje del Príncipe Tecampa y de la Princesa Nat, pero queda ya como Tecampana: Nath, con te y hache, o algo así, pero eso ya es leyenda. Lo real es que la palabra es una mezcla del español y del náhuatl. En la región hay otras palabras similares. Por ejemplo hay un pueblo que se llama Cruztel, que es Cruz de Piedra, igual que Tecampana que es Campana de Piedra”.
-El hallazgo de las Tecampanas ¿en qué época se da?
“Ya se conocían desde la llegada de los españoles, desde que se colonizó todo esto, ya se conocían. La leyenda en sí se crea en la época del porfiriato. No sé si antes ya había visos de la leyenda que fuera de manera oral. Quien la difunde es una maestra que por cierto hay un historiador que le hace un libro dedicado a esa maestra Ebila Franco. Ella fue maestra durante los últimos años del porfiriato y en lo que era el Ministerio de Educación Nacional convocó a un concurso literario de leyendas y tradiciones en todo el país y ella ganó el concurso del Ministerio de Educación al crear la Leyenda de la Tecampana o al darle un tinte literario a la leyenda, la escribe y la publica”.
-¿Cuántas piedras de Tecampana son y dónde están ubicadas?
“La más conocida es la que está en Mexicapán. Hay otra en el barrio de San Andrés, que es una de las más bonitas, de las más sonoras. Otra está en una colonia del Cerro del Chicuiqui y la otra está a un costado del panteón, en un cerro de roca, en un mogote de roca”.
-En la vida cotidiana, ¿qué importancia tienen para los teloloapenses las tecampanas?
“A la única que le han dado carácter como de parque o como de área recreativa es a la de Mexicapán, pero ahorita tenemos un grupo, una asociación cultural que queremos rescatar las otras tres para que queden como espacios recreativos para la población”.
-Teloloapan tuvo desde la época de la Independencia sus periódicos, sus publicaciones.
“Sí, de eso yo no conozco pero sí hubo periódicos, pasquines que les llamaban. Yo oí platicar a mis abuelos que les llamaban pasquines que fueron publicados en la región”.
-La influencia religiosa, ¿cómo se dio?
“Teloloapan es religioso también, pero voy a hacerte un comentario de que a nivel nacional, que yo creo que a pesar de ser religiosos también fueron gente muy liberal, más apegada a lo liberal al grado de que cuando Benito Juárez expide las leyes para el Registro Civil, de que separa la iglesia del estado, el primer juez civil que realiza un Matrimonio Civil, fue en Teloloapan. Se llamó Joaquín Beltrán, el señor nativo de Teloloapan, y por ese motivo la iglesia azuzó a sus seguidores y lo lincharon, por haber sido el primer juez que casó a una pareja. No tengo el dato exacto, pero el señor Joaquín Beltrán, a nivel nacional efectuó el primer matrimonio Civil en la época de Juárez”.
-¿Y Teloloapan sigue siendo así, liberal?
“Sigue siendo así. Son religiosos pero también liberal, no muy apegada a la religión a pesar de decirse o ser católicos, pero muy independientes también de la iglesia”.
-Además de la fiesta que se hace el dieciséis de septiembre, ¿qué otros festejos celebra Teloloapan?
“Las fechas más significativas que celebra Teloloapan es el Día de Muertos que también es una fiesta única a nivel nacional, porque en ese nivel se comenta de Mixquic, de Pátzcuaro, pero allá son celebraciones más indígenas, aquí ya es más mestizo pero muy representativo de la región. Les llamamos Las Ofrendas. Se da también en Apaxtla, en Arcelia, en Iguala, pero donde es más vistosos es en Teloloapan”.
-¿Qué tipo de comidas disfrutó usted en su niñez y qué le siguen gustando como prioridad en su alimento?
“De las comidas, de lo más sabroso que se hace en Teloloapan es el mole, las cajitas, el chocolate criollo, aunque no hay nadie que lo fabrique pero se hacía de manera casera, casi todas las familia hacían chocolate y un chocolate especial, muy sabroso, era de lo mejor. También es famoso Teloloapan por sus quesos, hay queso de cincho, que es una de las especialidades de la región, aunque últimamente se ha visto desplazado por otros quesos y eso ha contribuido a que se encarezca. Ahora es un queso caro el queso de cincho pero son de los platos típicos de la región”.
-En materia ganadera, Teloloapan ha sido muy famoso a través de los años.
“Es una de las zonas con más ganado en el estado, aunque no se ha tecnificado tanto la ganadería como ha pasado hacia la Costa Chica, hacia la Tierra Caliente, pero sigue siendo una de las zonas con más ganado en todo el estado.
-¿De qué manantiales se surte actualmente Teloloapan?
“El manantial que surte actualmente a Teloloapan, el primero del que se estableció el sistema de agua es de un río subterráneo que se llama El Resumidero. Posteriormente se amplió al Ojo de Agua de Chapa, que es muy grande, le llaman La Ciénega, y de ahí se surte. La actual administración municipal pretende ampliar la oferta del agua llevándose el agua del manantial de Almolonga en Coatepec Costales que también es parte del municipio y que es un manantial bellísimo. Ojala algún día tuviera oportunidad de ir. Es bellísimo”.
-¿Qué personajes recuerda usted de su niñez o de su juventud?
“Había un señor que elaboraba nieves. Se llamaba don Goyo, era Gregorio no sé de que, pero era famoso porque hacía unas nieves exquisitas, es de los personajes que recuerdo de mi niñez”.
-¿Y de los peluqueros?
“De los de más tradición que ha habido todos están ligados con una familia de apellido Blas, son de los más antiguos peluqueros que hay, aún hay dos de esa familia que se mantienen activos, porque ya últimamente han surgido estéticas. Mucha gente va más a las estéticas que con los peluqueros, pero los famosos son los señores de apellido Blas.
-Es muy delicioso llegar a Teloloapan, disfrutar de su hospitalidad, de su jardín principal, de esos árboles añosos, ¿siendo niño jugó en esos lugares?
“Sí, estuvimos en el quiosco. Recuerdo que mis escapadas eran del jardín de niños era al zócalo. La casa familiar está a tres cuadras del zócalo, es una casa bonita de adobe y teja”.
-Platíqueme algo de sus papás.
“Mi padre fue originario de una comunidad que se llama Laguna Seca. El se llamó Sidronio Salgado Bustamante, aunque no se preparó era gente que leía mucho y tenía muchas cualidades. Recuerdo de mi niñez que en una ocasión nos dejaron hacer un trabajo en plastilina, el Escudo Nacional y para haber sido una persona con poca preparación lo hizo exactamente igual en plastilina, y mi mamá fue originaria de un pueblo que se llama Cerro Alto, se conocieron en Teloloapan y se fue a vivir a la Laguna Seca. Ella se llamó Reynalda Patiño Delgado. Ella no estudió más que la primaria pero fue una persona que hasta el fin de sus días siempre le gustó leer mucho, era una persona muy culta, tenía una visión universal de la cultura porque siempre leía los periódicos y una revista de la que tenía suscripción. Fuimos nueve hermanos, aunque mi mamá me dijo que había nacido otro recién nacido. Con los que convivimos fuimos cinco hombres y cuatro mujeres. De los cinco cuatro han muerto de manera violenta, y es que la región es una de las más violentas del estado y hermanas mujeres viven todas, una es María Magdalena quien fue secretaria general de la Universidad Autónoma de Guerrero, hay otras dos que son maestras jubiladas y hay otra que no estudió, se casó muy joven”.
-¿Y los hijos?
“Yo no me he casado, me mantengo soltero, convivo más con los sobrinos. Radico en Teloloapan, allá tienen su casa”.
-Quiero pedirle me platique un poco de su carrera como economista.
“Como economista fue fortuito que estudiara esa carrera. A mi me gusta la literatura, me gusta escribir poesía. Cuando viví en Chilpancingo comí en la casa de doña Nicolasa Castañón, le decíamos Tía Nico. Y en una ocasión para una feria de navidad y año nuevo que convocaban al concurso de juegos florales me alentó ella porque sabía que me gusta la poesía. Me dijo: escribe una poesía y mándala. Ya eran las vacaciones, hice la poesía, vi quien me la maquinara, la envié, era un concurso a nivel estatal y quedé en segundo lugar. Cuando en enero regresé de vacaciones me dijo: te tenemos una sorpresa, me sacaron un diploma y una medalla, a ella se la llevaron porque era el domicilio que anoté. Yo vine con la intención de estudiar literatura, pero cuando ingresé a la universidad, prácticamente en esa especialidad había muy pocos maestros y cinco alumnos. Me desalenté y me retiré un semestre. Un paisano que entró a Economía me motivó, dijo que estudiara esa carrera, que él me prestaba los libros. Y me vine a economía y pasó algo curioso. En la secundaria y la preparatoria las matemáticas no me gustaban. En economía encontré buenos maestros al grado que me apasioné de las matemáticas, me encantaron como me las plantearon ahí y me hice economista. No me titulé pero en mi generación mis maestros me consideraron como uno de los mejores de mi generación, al grado que otros maestros que tuve, que venían de fuera, había un peruano y su esposa, fueron a Chiapas a fundar la Escuela de Economía y me invitaba a irme con ellos a dar clases a la nueva escuela de Economía. Nunca me ha gustado la docencia, yo quise entrar como investigador a la universidad, no se dio la oportunidad. Trabajé varios años para distintas dependencias del estado. Ya en el ochenta y nueve me regresé a Teloloapan porque mi mamá había quedado sola y fui a ayudarle a administrar un terreno que fraccionó y me quedé allá”.
-¿Cuál es el recuerdo más bonito de su infancia en Teloloapan?
“El recuerdo más bonito es la convivencia que tuve siempre con mi padre, porque a pesar de ser una gente ruda, del campo, él era muy cariñoso con sus hijos. A pesar de que llegaba en la tarde, cansado del trabajo del campo, tenía tiempo para sentarse a jugar con nosotros”.
-Así que ¿usted sabe montar a caballo, lazar ordeñar?
“No me considero un experto pero soy bueno montando a caballo, soy bueno lazando, sé ordeñar y se elaborar los quesos, fui de los primeros entre mis hermanos que aprendí a elaborar los quesos de cincho en la región”.
-Licenciado Bernabé Salgado Patiño, muchas gracias por esta atención y por esta generosidad que ha tenido conmigo.
“Al contrario, gracias a ti por el espacio que me estás proporcionando”.
Fuente: Diario de Guerrero, 15 de junio de 2010
miércoles, 16 de junio de 2010
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