sábado, 5 de febrero de 2011
Aislados, investigadores de la música; se requiere intercambio de información
Sus libros nacen viejos, anticuados, lamenta Pierluigi Ferrari
Aislados, investigadores de la música; se requiere intercambio de información
ÉRICK ALBA
El sistema de investigación musical en México adolece de una suerte de aislamiento entre los propios investigadores que dificulta el intercambio de información, lo que al final redunda en la publicación de textos “que nacen viejos, anticuados” y cuya inversión económica resulta entonces demasiado alta para los objetivos alcanzados.
En entrevista con este diario después de anunciarse el encuentro de musicología convocado por el Conservatorio de las Rosas, el investigador Pierluigi Ferrari consideró que después de que México iniciara un nuevo proceso en la investigación musicológica, dos décadas atrás, aproximadamente, y de que el país se convirtiera en uno de los puntales sobre el tema en América Latina, todavía persisten inercias que no son las más adecuadas:
“Todavía se está haciendo (la investigación musical) con metodologías y herramientas diferentes (entre un investigador y otro), lo que tiene como consecuencia que los resultados parcializados a lo largo de Latinoamérica no se logran conjugar”.
Al ejemplificar sobre ese concepto, Ferrari habló hipotéticamente sobre dos investigadores “que hacen dos catálogos con herramientas diferentes, la información de los dos puede no ser compatible al punto en que en México podemos seguir sin saber que música de Hernando Franco (maestro de capilla en la Catedral de México en la etapa virreinal y que antes ejerció en Guatemala) también está en Guatemala y luego pensar que son las mismas obras”.
Esa “falta de intercambio de la información básica ha producido libros, caros que nacen viejos, anticuados, porque el investigador no conocía un trozo de información que tenía en su mano otro investigador, y en un mundo tan globalizado como el de hoy, esto es impensable”, apuntó.
Al trasladar eso al terreno del dinero, el fenómeno apunta a un debilitamiento del ya de por sí relegado sistema de investigación profesional sobre la música, lo que constituye una contradicción más, pues el docente en el Conservatorio de las Rosas aseguró que “con la paupérrima economía que tiene la investigación musical, que un quinto se pierda o se utilice mal al hacer cosas de esta naturaleza, a mí me resulta doloroso”.
El entrevistado sumó a eso que aún a nivel internacional existen problemáticas que afectan el desarrollo de la musicología, como el lento proceso de avance en una investigación y que obliga al investigador a buscar otras fuentes de sustento sin dejar de aplicarse en su trabajo teórico, lo que explica que la elaboración de un catálogo sobre obras antiguas pueda requerir de cinco a 10 años de esfuerzos ininterrumpido.
La Jornada de Michoacán, 05 de febrero de 2011
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