viernes, 13 de agosto de 2010

Reconoce Fernando Santamaría al equipo de El Faro de la Costa Chica



(Discurso pronunciado en el marco del festejo por el quinto aniversario)



Muy buenas tardes, compañeros de trabajo, amigos, sean a todos bienvenidos:

Bienvenidos a esta humilde convivencia con motivo del quinto aniversario de nuestro periódico, El Faro de la Costa Chica, y digo nuestro periódico, porque el Faro somos todos y cada uno de nosotros, incluyendo a nuestros fieles lectores, incluyendo a las personas que han creído en este proyecto que nació con una noble intención y que la sigue conservando: la de ser una plataforma de expresión para los habitantes de esta región y un buen pretexto para ir creando el hábito de la lectura.

Todos los que conformamos esta gran familia tenemos motivos suficientes para sentirnos orgullosos, porque hemos logrado ser exitosos en nuestro trabajo, y hemos conquistado el gusto y la preferencia de los lectores de Costa Chica. Ese era el reto que nos impusimos desde el inicio, el de incrustarnos en el tejido de la sociedad costachiquense y fortalecer la opinión pública a partir de una propuesta periodística profesional. No había margen para flaquezas. Tampoco podíamos volver atrás porque habíamos quemado nuestras naves para establecernos en Costa Chica y hermanarnos con ella, convirtiéndonos en un costeño más.

Para eso era obligatorio vencer todas las inercias que habían venido moldeando al tipo de periodismo regional que aquí se ejercía, hacernos uno con la sociedad y guardar una distancia sana del poder público. De nuestra parte, el compromiso se cumplió a pie juntillas. Lo que llevó tiempo, demasiado tiempo, fue construir el concepto de periodismo en una sociedad que no había gozado de este beneficio. Y en el peor de los casos tuvimos que reconstruirlo a golpes de timón, pues había grupos que sí ejercían su derecho a la libertad de expresión pero solamente en su provecho, controlando a los medios que aquí existían, tergiversando todo sentido social de la información y denigrando el quehacer del periodista, a los que trataban y siguen tratando como lacayos de sus intereses. Para ellos, El Faro es una amenaza permanente a la que hay que derribar a cualquier costo. Pero se han topado con que El Faro es toda una institución, cuyos límites ya no son visibles porque se pierden en el inmenso mar de lo social, de lo común, de lo que a todo individuo le es propio.

Ya lo dijo Bibiano Coronado: el mejor logro del Faro ha sido crear en los costachiquenses el hábito por la lectura, algo que ningún programa oficial ha conseguido. Y esa ha sido para nosotros la tarea más ingrata: la de construir un mercado de lectores que no existía y sin el cual habríamos fracasado irremediablemente. Nos tomó años crear esta plataforma y en ello participamos todos: Sonia, por ejemplo, además de ser reportera, es vendedora del Faro en Ayutla y Tecoanapa. Eduardo en Cuajinicuilapa. Magali construyó y sigue fortaleciendo el mercado de Ometepec que hoy por hoy es nuestro mejor punto de venta. Hasta Chepe ha tenido que montarse en un coche para salir a vender El Faro en la zona de Marquelia.

Un servidor abrió todas las rutas de voceo que poco a poco se fueron fortaleciendo y nuestros puntos de venta más recientes son San Marcos en 2009 y Pinotepa Nacional, Oaxaca, en este 2010. Y, desde luego, nuestros reporteros Marcelo Vargas y Raúl Añorve se han tenido que convertir en voceadores en los municipios que tienen a su cargo.

Tiene razón Bibiano cuando precisa que este es nuestro principal logro, y en él se ha ido una gran parte del esfuerzo de este equipo. Pero yo voy más allá: El Faro también ha sido un factor de cohesión social. Hoy los de Ometepec reconocen a los de Ayutla como parte de una misma comarca con la que comparten ventajas y desventajas de desarrollo, problemas de corrupción y falta de obras y servicios. Xochistlahuaca y Tlacoachistlahuaca, los municipios amuzgos, por fin se reconocen en el valle como pueblos hermanos. Los afromestizos de Cuajinicuilapa, Juchitán, Copala y Cruz Grande, han visto en El Faro una ventana para proyectar su lucha por el reconocimiento como la tercera raíz de nuestro mestizaje, y los tlapanecos y mixtecos de San Luis Acatlán tienen en El Faro las puertas abiertas sin otra condición más que hablar con la verdad.

Creo sin temor a equivocarme que esta unidad, basada en el sano debate público, no la ha logrado ni siquiera la iglesia, pues los decanatos de la región están desunidos y cada uno cuidando su coto de poder.

Logro de todos

Como podemos ver, el éxito del Faro no es de unos cuantos, él éxito del Faro se debe a todo este equipo humano, hoy reunido en este lugar, hombres y mujeres valiosos y necesarios. Gente de lo mejor que Guerrero tiene en este momento.

El éxito se debe a la permanencia y tenacidad de Sonia Yuridia Abarca Francisco, nuestra reportera decana, quien se integró al equipo desde nuestros inicios, procedente de Zumpango, recién egresada de la carrera de periodismo. Hoy, Sonia es con mucha honra la representante del Faro en los municipios de Ayutla y Tecoanapa. Quisiera compartir una anécdota de Sonia: un día, un candidato a diputado federal que andaba de gira por Ayutla la contactó y la citó en un restaurante. Ella hizo la entrevista que debía hacer y mandó la información. El candidato me habló y en lugar de darme quejas porque Sonia se comportó de modo indecoroso, se quejó porque no le aceptó ni un café.

El éxito del Faro se debe también al compromiso de Antonio Julián Chepe, El Chepe, el prensista que desde los 8 años vive en los talleres periodísticos. Chepe nos ha acompañado a lo largo de 5 años. A él le tengo una gran estimación porque ha demostrado un gran compromiso con El Faro. Incluso, me ha acompañado en largos viajes cuando hemos tenido la necesidad de reparar nuestra imprenta y Dios nos ha salvado de dos terribles accidentes automovilísticos.

Nuestro éxito se debe al compromiso de Anastacio Avelino Olivera, Tacho, nuestro excelente diseñador. A Tacho debemos de reconocerle de manera especial su gran compromiso, pues en varias ocasiones ha llegado a trabajar después de haber realizado cansados viajes desde la ciudad de México. Tacho nos ha demostrado que está tan comprometido con el Faro que después de haber llegado de sus consultas médicas en el Distrito Federal, no se tira a descansar ni nos avisa que hoy llegó cansado de su viaje, sino que llega directo a la oficina a trabajar las 10 o 12 horas que le lleva formatear la edición del día.

Nuestro éxito se debe también a la pluma incisiva y crítica de Eduardo Añorve Zapata, nuestro corresponsal en Cuajinicuilapa. A Eduardo le han puesto precio, como a los más buscados de la DEA. Un día, un emisario del ayuntamiento de Cuajinicuilapa deslizó la posibilidad de que el gobierno de José Guadalupe Cruz Castro signara con El Faro un jugoso convenio para difusión de obras y acciones de gobierno. Pero la propuesta llevaba una condición: que El Faro retirara a Eduardo de la corresponsalía de Cuajinicuilapa. De ese tamaño ha sido el temor de los gobernantes a enfrentar el juicio social, porque ni los reporteros ni los medios construyen la realidad, sino que solamente la proyectan. Son los ciudadanos y los actores políticos los que hacen todos los días la noticia.

Y qué decir de Magali Guzmán. Ella ha puesto mente corazón y alma en su trabajo y le admiramos su tesón por conseguir la nota de 8, al grado de que sola le da batalla a todos los reporteros de Ometepec. Desde aquí mi reconocimiento a Magali por su esfuerzo, por su entrega y, sobre todo, por su lealtad. Un día, en el inicio de la presente administración de Ometepec, la mandaron llamar. Le ofrecieron trabajo en el ayuntamiento con sueldo de directora, siempre y cuando dejara de trabajar para El Faro. Pero aquí la tenemos, gozando de cabal salud. Ella venció a la tentación de la gloria efímera del poder, y tomó la decisión de mantener su dignidad intacta. Magali, Ometepec y El Faro te lo agradecen.

El éxito del Faro también se debe al estilo académico que le ha impreso Marcelo Vargas, desde San Marcos y Cruz Grande. Huérfano desde su adolescencia, Marcelo sabe lo que es luchar contra la corriente para conseguir algo. Fue instructor del Conafe durante varios años por la sierra de Tierra Caliente y se costeó por sí solo sus estudios hasta el nivel maestría. Hoy combina el oficio de reportero, opinador político y voceador en El Faro, con su honroso papel de académico en la Universidad Regional de la Costa Chica, donde enseña géneros periodísticos a los estudiantes de la carrera de Comunicación. A Marcelo le ha tocado la infame tarea de ir raspando la coraza del cacicazgo político de San Marcos, un cacicazgo que se entreteje en todos los partidos, abarcando hasta la sociedad, y que se manifiesta crudamente en el bloqueo de las zonas peatonales de las calles del centro de la ciudad, por citar un solo ejemplo.

En Marquelia nos apoya Francisco González, cuando su empleo lo permite, pues junto con su esposa se hacen cargo de la oficina del IEEJAG. Y en Copala, Antonio Manzano se ha sumado al equipo de diseño y publicidad y negocios, aportando sus conocimientos de mercadotecnia.

En 2009 surgió la propuesta de editar el suplemento Vida & Sociedad. Se trataba de crear una especie de oasis informativo en medio de la riña política y la nota roja. Laura Coronado Gaytán fue la pionera de esa fresca y novedosa forma de hacer periodismo, en la que se hace uso de los diversos géneros periodísticos. Sus reportajes, sus entrevistas, sus crónicas, dispararon los recuerdos de la sociedad y comenzaron a desfilar por las páginas del suplemento infinidad de rostros e historias de ayer y de hoy, que se ponen al alcance de nuestros lectores de manera gratuita.
Desafortunadamente Laura se tuvo que retirar del Faro porque comenzó en familia un proyecto personal, pero su aportación al periodismo local es innegable y sumamente valioso.

Raúl Añorve es la persona que se integró a nuestro equipo apenas a finales de junio. Él es el pionero del Faro en Pinotepa Nacional, Oaxaca. No tengo la menor duda de que tendrá éxito entre esa gente hermana que también necesita de una plataforma de expresión. Las primeras noticias que nos han llegado de ese municipio, revelan el nivel de ineficiencia del gobierno local, pero también la madurez que ha alcanzado la sociedad, al grado de que no tuvieron objeción en ponerse a lavar sus calles para librarlas de tierra y polvo, con sus propias manos y costeando de sus bolsillos la faena, una vez que un reportaje de Raúl hizo notar esa falta de cuidado en el entorno urbano.

Daniel Flores Ramón, nuestro WEB master, es el responsable de mantener actualizada la versión on line del Faro, cuyo sitio reporta casi 2 millones de visitas a lo largo de cuatro años. Todo un logro para un medio regional como El Faro. Esto ha hecho posible la proyección de la Costa Chica a través del mundo, al grado de que nuestro medio es punto de referencia para los costeños que han emigrado a otras partes del país y del mundo. El servicio es, además, gratuito y completo. Mientras otros medios requieren de una suscripción, el faro es de acceso libre.
Nos sentimos orgullosos de informarles que últimamente hemos registrado 5 mil visitas o más por edición. Gracias a Daniel por su constancia.

A los colaboradores Félix Catalán y Andrés Arias Jurado, quienes siendo empleados de medios estatales, se convencieron de que es El Faro el medio de mayor penetración social en Costa Chica, y comenzaron a colaborar de manera permanente.

El éxito del Faro es también un logro de columnistas invaluables como Don Emilio Bustos Aguilar, agudo cronista de los entretelones del poder público local. Y de Bibiano Coronado, cuyo paso por el poder municipal le dejó la certeza de que la relación prensa-gobierno debe ser replanteada.
A don Higinio Peláez Ramos, vecino de Cacahuatepec, cuya pasión por la música costachiquense lo ha llevado a peregrinar por diferentes medios para proyectar eso que es su vida.
Una de las plumas más jóvenes del Faro es la de Amado Gil, un ometepequense que no rebasa los 18 años, pero que ya está usando la herramienta del periodismo como vehículo para expresar ideas.

No podemos olvidar la aportación de opinadores y escritores foráneos como Misael Tamayo Núñez y Gregorio Urieta, de Tierra Caliente; Francisco Rodríguez y Roberto Ventura Pérez, del Distrito Federal; Alfredo López Rosas, de Acapulco; los señores Jaime Irra Carceda y Jaime Irra Zamora, padre e hijo, propietarios de la Agencia de Noticias Irza, nuestra principal proveedora de noticias de corte estatal, y don Nicolás Urbán Arzola, un profesor que ha incursionado en la sección de opinión desde Cacahuatepec, Oaxaca, así como el ometepequense Bibiano Coronado, quien se ha sumado con su columna Viva México Tres Veces.

Quiero dedicarles un renglón especial a tres columnistas que han sido baluartes para el Faro de la Costa Chica: el licenciado Rubén Cayetano, Gabriela Díaz y Karmelynda Valverde, hoy representada por su hermana Thelma.
Rubén Cayetano, desde que tuvimos la oportunidad de conocernos, se enganchó con El Faro y creyó en nosotros, tanto creyó en nosotros que se hizo nuestro asesor jurídico. Pero Rubén Cayetano también ha encontrado en el Faro un espacio para expresar sus ideas, sus opiniones, y la disciplina de opinar de manera responsable lo ha llevado a conquistar un premio estatal de periodismo, el premio Misael Tamayo Hernández. Gracias licenciado por ser parte de este equipo.

Con Karmelynda Valverde tenemos una gran deuda. La Paloma fue sin lugar a dudas la primera persona que creyó en el proyecto del Faro y seguramente de ella recibimos las primeras bendiciones. Fue Karmelynda quien recomendó al Faro con los gobernantes y los políticos de su tiempo, con sus amigos y familiares, pues para ella siempre representamos un gran proyecto. Y hoy le enviamos nuestro más profundo agradecimiento.

Sin menospreciar el esfuerzo de nadie, porque todos han jugado un papel fundamental, quiero reconocer la invaluable contribución que hizo a nuestro periódico una gran periodista tapatía: Gabriela Díaz. Gaby viajó desde Guadalajara costeando sus gastos, y estuvo durante varios días apoyando a sus hijos adoptivos, a Francelia y a su servidor, en el arranque de nuestra aventura. Gaby regresó a Guadalajara con un compromiso que, como las buenas madres, ha sabido cumplir: cada semana escribe una opinión para El Faro. Gaby, desde aquí nuestra gratitud infinita.

Debemos reconocer el esfuerzo de nuestros vendedores, pues son ellos el último eslabón de la cadena producción del Faro: Eloy, Giovanny, José Luis, Omar, Óscar, doña Nancy, a todos los que venden el Faro en sus tiendas y puestos de revistas.

Un reconocimiento también para nuestros ayudantes en el taller: Javier y Pablo, y para quien hace las veces de secretaria, de ama de llaves, de niñera, de todo: María Mendoza, cuyo esfuerzo hace menos pesadas nuestras duras jornadas de trabajo.

Quiero mencionar a una familia que nos ha adoptado: la familia que tiene como matriarca a doña Alejandra Ramírez Cayetano. Con afecto y discreción, doña Ale ha sabido estar cuando más se le necesita, junto con sus hijos Luis Manuel, César y Éder. En ella hemos encontrado a una madre, a una hermana, a una confidente, y en sus hijos a verdaderos amigos, colaboradores y defensores de nuestro proyecto.

A todos y cada uno de ustedes nuestro reconocimiento, por hacer de esta empresa una gran empresa, empresa que en gran parte es dirigida por mi amada compañera, por mi esposa, por mi alma gemela, por Francelia Jáuregui.
El éxito del Faro no hubiese sido posible sin la presencia de Francelia. Por sus manos, por su vista pasa toda la información que se publica en El Faro; es ella quien le ha dado ese estilo directo, preciso y conciso a cada página. Es su formación periodística, fincada en una moral intachable, la que nos ha exigido el compromiso e imparcialidad en nuestras colaboraciones... gracias, mi vida, por creer en mi; gracias por enseñarme el noble oficio del periodismo; gracias por estar a mi lado y ayudarme a dirigir a este gran equipo de hombres y mujeres exitosos.

Gracias a nuestros hijos, quienes han sufrido nuestras ausencias y han soportado nuestra pobreza. A Yossarian, Osiris y Áxel, no duden nunca que son nuestros hijos amados.

Finalmente, ¿qué puedo decirles de mi persona?, que me siento orgulloso de dirigir a este invaluable equipo humano, gracias a ustedes por permitirme ser su guía. Pero, ante todo, gracias Dios por permitir que todos coincidamos en este gran proyecto.

Decir que estamos festejando el quinto aniversario se dice fácil, pero en 5 años hemos vivido miles de experiencias, desagradables y agradables, pero todas valiosas al fin.

En el 2005 formamos un equipo, formamos una sociedad para fundar el Faro. Hoy, ya no estamos los que llegamos, algunos se fueron porque se desesperaron por las condiciones adversas que se vivieron al iniciar el proyecto, otros se alejaron porque el Faro no resultó ser el negocio que genera grandes fortunas; es así como sólo estamos los que somos, mi esposa, yo y ustedes.

Es cierto, en esta noble región encontramos resistencias, encontramos dificultades, pero también encontramos mucha gente noble, los muchos que han comprado nuestro periódico y otros que nos han ayudado de manera más decidida, como Eduardo y Javier Adame Montalván, como Juan Carlos Velasco, como Bibiano Coronado, como Rubén Cayetano y toda su familia.

Es cierto que a 5 años de distancia, El éxito del Faro es evidente, y es evidente porque ahora, con la ayuda de algunos créditos, tuvimos la oportunidad de cambiar nuestros carros viejos por otros nuevos, con la ayuda de algunos préstamos que nos han hecho los amigos, hemos tenido la oportunidad de cambiar nuestra imprenta.

Hago esta anotación porque hemos escuchado comentarios negativos, comentarios que llevan la intención de mal informar. Se dice que nos estamos enriqueciendo a costa de los costeños, yo les contesto que El Faro tiene apenas lo necesario para seguir funcionando, para seguir dando empleos a los costeños. Por tal razón, no llegamos a quitarles dinero, llegamos para darles empleo.

Lo que hemos adquirido a lo largo de 5 años, son herramientas para seguir trabajando. La mejor ganancia del El Faro es la oportunidad de poder sostener el sueldo de más de 20 empleados de manera directa, y para pagar la comisión de más de 30 empleados indirectos, lo que significa que las modestas ganancias de El Faro nos permiten contribuir en el sostenimiento de 50 familias costeñas.

Por ello les digo que los que formamos parte del equipo de este medio, podemos sentirnos orgullosos, porque nuestros sueldos son el producto de nuestro trabajo y esfuerzo y no del chantaje, como muchos suelen hacerlo; nuestros sueldos se ganan con decoro, no con extorsiones como muchos políticos quieren hacerlo creer a través de sus testaferros.

Y cuando hablo de fuentes de trabajo viene a mi mente una escena de la película "El último tren de China", la cual narra la historia de una niña que al quedar huérfana tiene que ganarse la vida haciendo trabajos de hombre, disfrazada de hombre. Esa niña un día se enrola en un barco a Canadá, para trabajar construyendo vías de ferrocarril, repartiendo té entre los trabajadores. Su idea era ganar mucho dinero para regresar a su tierra a fundar una fábrica, para que sus paisanos tuvieran trabajo.

Tomando como ejemplo el deseo de esa jovencita china, orgullosamente podemos decirles que los que dirigimos El Faro no somos costeños, pero tampoco venimos a Costa Chica para ganar dinero y llevarlo a nuestras tierras, nosotros llegamos a Costa Chica para quedarnos, llegamos a fundar una empresa que, poco a poco, ha ido generando empleos para muchos costeños. Estamos dando empleos sin haberlos prometido, sin ser políticos, sin ser funcionarios municipales, sin haber incurrido en la demagogia.

Ese es le éxito más grande de El Faro, esa es la gran riqueza de este proyecto, riqueza que seguiremos impulsando, riqueza que seguiremos amasando todos los días, por ustedes y para ustedes.

La fecha de aniversario de El Faro coincide con una fecha muy especial para su servidor, es la fecha en que se honra la memoria de una gran mujer, la memoria de la mujer que me heredó su carácter y perseverancia, mi madre. Y en memoria de ella, sostengo que ha sido una bendición de Dios estar al frente de este equipo.
Seguiremos luchando para festejar muchos aniversarios más.

Muchas gracias.

Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 06 de agosto de 2010

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