lunes, 16 de mayo de 2011

El Casirre, 40 años de corridos y muestra viviente de la creatividad musical calentana

Gregorio Urieta

San José Poliutla

Quintil Padilla Echeverría es compositor natural, no estudió para eso, pero puede componer corridos por encargo al gusto de quien los solicite; basta con que le den los datos de la persona que quiere el corrido y él se encarga del resto. En su pueblo lo conocen más como El Casirre. “Si preguntan por Quintil Padilla va estar cabrón que alguien les de razón de mí”, dice.
Quintil Padilla acude a la biblioteca de Poliutla, un espacio cultural en proceso de creación, en donde se enseña guitarra y violín, impulsado por el universitario David Calderón, originario de ese lugar. David está convencido de que El Casirre ya es parte de la cultura regional y que vale la pena conservar el trabajo de Quintil como parte de la creatividad cultural calentana. Por eso busca grabar algo del material escrito por el compositor.

El corrido a Lázaro Cárdenas

Quintil Padilla nació en 1937 en Santa Ana del Águila, tiene 73 años. Comenzó su carrera como compositor en 1951. Su primer corrido fue dedicado al general Lázaro Cárdenas, en 1970, a su muerte. Lo compuso y fue a cantárselo a casa de don Rufino Salgado, en Arcelia. Rufino Salgado era compadre del general Cárdenas, y tenía un monolito del general en su jardín.
“Lo compuse apenas murió el general, que era un gran hombre. Busqué a unos músicos en una fonda, de esos que tocan a los borrachos y les dije: ‘Hice un corrido. No tengo pa’ pagarles, pero si me acompañan a donde voy, puede que nos vaya bien’. Y sí, me acompañaron. Entonces llego y le digo a don Rufino: ‘Le hice un corrido a mi general Cárdenas, y quiero cantárselo’. ‘Se lo vas a cantar a él’. Comenzó a llamar gente y cantamos. Allí comencé. De allí p’allá me supo a bueno, me dio billetes. En aquel tiempo nos dio como 300 pesos a cada uno”.
Aunque empezó a componer desde hace más de cuarenta años, todavía no sabe tocar ningún instrumento: “Pero quiero aprender para ponerle música a mis canciones”, dice.
Luego le compuso, en vida, un corrido a Hugo Arce Norato, político de Altamirano. El solo recuerdo del político calentano, con el que convivió muy cerca, le llena los ojos de lágrimas.
“Él era muy bueno conmigo. Con sólo saber lo que hacía por los pueblos… Él sabía donde estaba la llave para decir: ‘denle al pueblo fulano, que lo necesita’”.
—Era gestor.
—Era de los meros finos. Por eso no lo quiso la oligarquía. La oligarquía es mala.
—¿Porqué? ¿Qué hace la oligarquía?
—Orita se lo voy a cantar. A ver si me acuerdo porque hace mucho que no lo toco.
Por eso la oligarquía, que a diario nos causa penas / Hugo no pierdas tiempo, haz que esa gente se pierda.
Es de Santana del Águila, el que compuso el corrido / ¡Viva Arce Norato! señores, adiós les digo.

Compositor por encargo

El Casirre participó en el Encuentro Nacional de Corridistas en su etapa regional en el Centro Cultural El Tecolote, de Josafat Nava; de ahí siguió la etapa estatal en Iguala y Cuernavaca; y culminó la etapa nacional en la Ciudad de México. “De 475 que iniciamos nos quedamos 24 participantes como ganadores”.
Ha hecho corridos para bautizos, bodas y bodas de oro. “Yo nomás quiero la historia de la persona, qué hizo y cómo, dónde, y ya estuvo”.
Hay personas que le piden que les haga un corrido pero no le dan los datos que se requieren para armarlo. Cuenta Quintil que en una ocasión una señora rica le pidió que le hiciera un corrido para su esposo, que la quería mucho y que era comisario. “Se sentó allí conmigo y dale y dale que su marido la quería mucho y que era comisario. Yo pues quería ganar una lanita para comprarme algunas cosas. Algún culito por allí —ríe—. Ya dije groserías, quita esa cochinada de allí”.
“Entonces yo ya llevaba mi plan para quitarme a esa señora de encima y le dije: ‘Señora usté ya me dijo tres veces que le haga un corrido a su marido. Dice que su marido fue comisario y que fue muy bueno con usté. ¡De allí no sale! Ora, le voy decir una cosa: de esas palabritas que me dijo le voy a hacer una cumbia con un dueto de esos que cantan cumbias en los bailes. Le voy a hacer que la repitan cinco veces y ya con eso’. No, pus quítase de allí la señora inmediatamente, y se fue”.
“En otra ocasión estábamos en una reunión con Hugo Arce. Había harta gente y me pidieron que cantara algo. Cuando acabé, llegó un hombre preguntando que quién era ese Casirre que componía. Le dije que yo. Y me dijo: ‘amigo quiero escuchar o que usté canta’. Y estuvo fregando hasta que canté algo. Cuando acabé, me dijo: ‘amigo usté está pobre por pendejo’, y me dijo que él me podía conseguir que me grabaran mis canciones y que sólo necesitaba que le diera las letras. Como no se las di, estuvo chingue y chingue ‘usté está pobre por pendejo’”.

La historia del sobrenombre

—Oiga, ¿por qué El Casirre?
—Aaaah, esa es otra historia. Ira, te voy a platicar. Mi mamá era de aquí de Poliutla. Era hermana de Edgardo Echeverría. Mis abuelos tenían un bajial y sembraban harto tabaco. Mi abuelo echaba peones a limpiar o estarlo volteando. Los peones usaban calzones blancos, de manta. Había un peón, el más pendejo de todos, que usaba el pantalón torcido, chueco, y las pretinotas hasta acá, colgando —ríe a carcajadas—. ¡A ese le decían El Casirre! Al más pendejo. Pero espérate, ora sí pues que allá en Santana (Santa Ana del Águila), cuando mi mamá se fue para allá, ya ves que las mujeres se iban a lavar allá al río, a las peñotas. Hartas mujeres lavando, pa’rriba y pa’bajo. Yo era chamaco. Debo haber estado por aquí de chiquito. Y ya ves, uno de chiquito allí anda entre las mujeres con el chile de fuera, ni vergüenza le da a uno. Allí andaba yo. Me bañó mi mamá. Nomás me soltó tantito y me voy a donde estaban mis calzones de manta, mi camisa de manta. Me fajo todo así chueco, como El Casirre, así de lado, bien chuecos los calzones. Me ve mi mamá y me jala ‘¡A ver! ¡Mira cómo te pusiste los calzones! ¡Parecen los calzones del Casirre!’ Allí en el arroyo andaban unos cabrones y oyeron. ‘¡Oi, calzones del Casirre!’ Y las risadas. No pues así se me quedó pa’ siempre: El Casirre. Todos me dicen así. En mi pueblo si preguntas por Quintil, nadie te da razón. Cuando alguien me dice Quintil, Quintilito, yo le digo ‘amigo gracias por decirme por mi nombre’.

“Los políticos lo que quieren es llevarse algo a los bolsillos”

Como parte de su trabajo como compositor a veces hace canciones que espera grabar algún día. Entre sus creaciones está Chiquilla, regalo de Dios, una de sus mejores composiciones románticas. Pero su especialidad son los corridos, los que muchas veces graban los interesados por su cuenta contratando algún grupo musical.
“Me dicen: ‘tú nomás escríbelos’, porque yo cobro mi letra, y ya ellos los graban. Por ejemplo vienen de Estados Unidos y me piden canciones y yo les digo que me den los datos y les compongo lo que quieran, nomas que me tienen qué pagar”, relata.
El corrido que le compuso a Hugo Arce Norato lo grabó el Dueto Guerrerense, de Antonio Jaimes, dueto que también grabó el Corrido de Zirándaro, de Bolívar Gaona.
El Casirre recuerda que ellos estaban en la XEW. “Me dijo Hugo Arce que los fuera a ver cuando tocaron su corrido. Me invitaron y cuando terminó el programa los muchachos me cargaron y me aventaron al aire”.
—Usted recuerda y admira a Hugo Arce porque dice que fue un gran gestor…
—Si, el mejor —interrumpe.
—...social. ¿Qué opina de los políticos actuales, de los partidos políticos?
—Hemos visto que hay políticos y funcionarios panistas, perredistas, priístas y ellos mismos se platican (acusan): ‘si gana el PRI va robar, si gana el PRD va a robar, si gana el PAN va a robar’. Y yo digo, ‘sí, que roben, pero que dejen algo para lo que necesita el pueblo, el campesino, el estudiante, la gente humilde, que no nomás roben y ya’. Ya sabemos que lo que quieren es llevarse algo a los bolsillos, pero que no nomás hagan eso”, concluyó.

El Sur, 16 de mayo de 2011

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