domingo, 13 de marzo de 2011

Las Chicas Orbe: amor por la música


La única banda de chile frito formada por mujeres en Tecpan tiene más de 10 años de
amenizar fiestas particulares y fiestas patronales

Las Chicas Orbe: amor por la música

RODOLFO VALADEZ LUVIANO (Corresponsal)

Tecpan, 12 de marzo. “Aunque el inicio fue difícil, porque los hombres nos faltaban al respeto, poco a poco la gente fue aceptando nuestra música, hasta que logramos entrar en el gusto de la población”, contó Nubia Doris Orbe Rendón, integrante de la única banda de chile frito conformada por mujeres que existe en este municipio.

Isabel, Rosa María, Francisca, Indra Elena, María Elena, María del Rosario y Nubia decidieron juntarse hace más de 10 años para tocar juntas en fiestas particulares, eventos sociales, políticos y hasta sepelios y desde esa época hasta hoy son consideradas una de las mejores bandas de la ciudad.

El grupo lleva por nombre Las Chicas Orbe, ya que todas pertenecen a la familia Orbe, la cual se caracteriza por el amor a la música que tienen sus integrantes, quienes durante la segunda mitad del siglo pasado conformaron una de las orquestas más importantes en la historia de Tecpan, la de los Hermanos Orbe.

Motivadas por sus padres, las jóvenes, que en un principio fueron cinco, tocan los instrumentos tradicionales de una banda: Isabel, el saxofón y la tambora; Rosa María, los platillos; Elena, las tarolas y Nubia el saxofón.

“Al principio nos daba pena salir a la calle a tocar, pero poco a poco conforme fue pasando el tiempo nos fuimos acostumbrando y ahora preferimos más ir a una tocada que salir con las amigas o ir a alguna otra fiesta porque es lo que nos gusta, es algo, que creo, traemos por dentro porque somos parte de una familia 100 por ciento familiar”, manifestó Nubia, quien es la directora de la pequeña orquesta de viento.

La banda sólo se completa cuando todas arriban de vacaciones a la ciudad, anticipó Isabel, “y siempre que acudimos a tocar a alguna parte, procuramos que dentro del grupo vaya un hombre, que por lo regular es algún primo nuestro, para sentirnos protegidas, porque nunca falta quien se quiera pasar de listo con nosotras, y aunque eso pasa muy poco, es mejor prevenir”.

Según Isabel, durante las fiestas navideñas, así como en las patronales en honor a San Bartolomé Apóstol, son las épocas del año en que son más solicitadas, ya que la música de chile frito es una tradición que llegó para quedarse en la ciudad y con la cual el pueblo se siente identificado desde hace más de dos décadas, “incluso, los padres de varias de nosotras fueron fundadores de las primeras bandas de la ciudad en un tiempo en que este tipo de música sólo se escuchaba cuando eran contratadas bandas de Acapulco o Costa Chica”.

En entrevista para La Jornada Guerrero, durante el ensayo diario sus integrantes interpretaron Chilena a huevo, que es una de las canciones más populares entre los tecpanecos; Francisca, quien toca la tambora, expuso que además de hacer lo que les gusta, formar parte de la banda representa para ella tener una entrada de dinero extra, “ya que en la región existen pocas fuentes de trabajo, por lo que es necesario que uno le busque por otras partes para poder tener unos centavos extras que nos permitan, sobre todo a las que somos casadas, ayudar en el gasto familiar de nuestros hogares”.

Al hablar de precios, la directora alzó la voz. Explicó que dependiendo del tipo de evento al que asistan es el cobro que realizan. “Por ejemplo, tocar para una fiesta particular cuesta 500 pesos la hora, pero si hablamos de tocar en una misma fiesta pero el 23 de agosto durante la topa del toro –fiesta popular que antecede a la celebración en honor al San Bartolomé Apóstol– eso cuesta 3 mil 500 pesos por cinco horas, porque es cuando estamos más solicitadas”.

El ser mujeres no ha representado para nosotras ningún obstáculo, al contrario “nos sentimos satisfechas de hacer lo que nos gusta y eso lo seguiremos haciendo durante mucho tiempo más y esperamos que nuestros hijos sigan el ejemplo”, finalizó Isabel.

La Jonada Guerrero, 13 de marzo de 2011

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