jueves, 3 de marzo de 2011

Ranferi Hernández, de cerca a la música desde pequeño



Escrito por Ramiro Vargas Beltrán

TLAPEHUALA, GRO. “La vecina de allá enfrente/tiene su panadería/ a los casados les vende/a los solteros les fía/ qué culpa tiene el huizache de haber nacido en el campo/la culpa la tuve yo por verte querido tanto ay yayay/.”

Músico al fin y al cabo, Ranferi Hernández Luciano, de apenas 26 años de edad, comenzó a cantar cuando repentinamente llegó hasta su olfato el característico olor a pan recién horneado.

A esa hora, el sol estaba en el cenit, el reloj marcaba las 12 horas y el calor estaba en su apogeo; allá en San Juan Mina, en la avenida principal, ahora llamado bulevar Lázaro Cárdenas, se realizaba una entrevista con el joven músico y Despertar del Sur.

Y es que hasta esta casa editora llegó la noticia de que la música regional de violín y tamborita está extinguiéndose, de que no hay interés o mejor dicho, de que existe poco interés en jóvenes de este municipio tlapehualense por aprender las artes de la música que hizo famoso a Isaías Salmerón y a tantos otros músicos de esta tierra de grandes músicos y en honor a la verdad; no hay razón para alarmarse; tanto en la cabecera municipal de Tlapehuala como en algunas comunidades, niños y jóvenes aprenden los secretos de los grandes músicos; tocan magistralmente sus instrumentos tan bien, que hasta existe el interés por aprender a elaborarlos.
Ranferi Hernández Luciano, es hijo del matrimonio conformado por Ladislao Hernández Terán y Julia Luciano Nabor, abrió los ojos por primera vez al mundo en San Juan Mina; de ahí es originario.

Gentil como todos los tlapehualenses, permitió la entrada de este rotativo hasta su hogar.

En el patio de su casa está un árbol que invita a descansar bajo su follaje; el inicio de la entrevista se da en ese lugar; fue en ese momento que el penetrante y atractivo olor del pan recién horneado llegó al lugar e inundó la estancia con el sabroso olor.

Ni tardo ni perezoso, Hernández Luciano comenzó a cantar una estrofa de El Huizache, pieza característica en todos los bailes de violín y tamborita.

Los inicios y los escenarios

Recuerda que a sus 13 años ya era integrante de la rondalla en la telesecundaria de su comunidad; con el paso de tiempo aprendió a tocar instrumentos de cuerda: guitarra, vihuela, guitarrón, charango, otro instrumento venezolano y el violín.
Desde hace tres años es el director musical de Alma Calentana.

Alma Calentana es una agrupación musical que toca música regional de violín y tamborita; sus interpretaciones han sido escuchadas en diferentes escenarios: lo mismo que en su natal San Juan Mina, que en la cabecera municipal de Tlapehuala, en el cualquier otro municipio de Tierra Caliente, en Chilpancingo, Acapulco, en la cuna del mariachi Tecalitlán, Jalisco o hasta el centro turísticos como Cancún, en Quintana Roo.

Con Alma Calentana lo mismo ha tocado en bailes populares organizados al interior de alguna vivienda, en grandes escenarios, o bien, para algún encumbrado político del momento: a todos les agrada la ejecución que Ranferi hace con el violín.
Sus manos y dedos se mueven al compás de la melodía que ejecuta y las notas musicales animan hasta al más taimado a bailar un son, un gusto o hasta algún vals o paso doble.


Tamboritas de parota

Para Ranferi Hernández Luciano elaborar tamboritas es un arte, un reto, una mezcla de gusto y pasión.

La tamborita tiene algunas piezas hechas de madera y cuero principalmente. Para elaborar una tamborita, dice que lo primero que se tiene que hacer es buscar una buena raíz de parota, de preferencia debe ser el mero corazón de la raíz, asegura Hernández Luciano que esa parte del árbol es la más adecuada para trabajarla y hacer una buena tamborita, y la región calentana es muy pródiga en ese tipo de árboles.
Así que una vez que ya tiene el corazón de la raíz de la parota en sus manos, comienza pacienzudamente a su elaboración.

Durante una semana la madera será labrada y tallada a manera de darle forma; después tendrá que ir en busca de otro árbol: el Cuauhlote; con este árbol se elaborarán los aros que se le insertarán a la tamborita.

Se buscará también un cuero, puede ser de chivo o venado; asegura que el cuero de venado tiene mayor sonoridad y que además es resistente a los cambios de temperatura.
El maestro Ranferi aseguró que no es lo mismo tocar en Tierra Caliente que ir a tocar a tierras más frías; que el cuero de la tamborita, si es de chivo, sufrirá cambios en su sonoridad y las notas musicales no sonarán igual, por eso recomienda que el cuero de la tamborita debe ser de venado.

Un buena tamborita debe llevar sus vaquetas de madera de zinchete o cascalote.
Una vez terminada la obra, tiene un costo de hasta 3 mil 500 pesos; pero una buena tamborita de este precio, se garantiza que tendrá una sonoridad y durabilidad a prueba de todo.

Tamborita calentana

La tamborita o tamborita calentana es un instrumento de percusión mexicano. Se usa en los conjuntos de música tierracalenteña, en los estados mexicanos de Guerrero, Michoacán y estado de México.

Tambor de doble parche de cuero, tradicionalmente fabricado con madera de raíz de parota. Los aros son del arbusto asinchete y se tensan con cuerdas igual que un tambor de tipo militar. Se toca con dos baquetas de madera, una de las cuales cubre su punta con un cojincillo forrado de piel que amortigua el sonido. La tamborita acompaña a guitarras y violines en los sones y gustos de la música calentana, los cuales usan la síncopa, así como la sesquialtera (alternancia de compases de 3/4 y 6/8).

Ranferi Luciano también elabora tamboras, este instrumento es de mayor volumen y para su elaboración se lleva alrededor de una semana o semana y media.
Elabora también otros instrumentos como la Kena, redoblante y otros de origen prehispánico.


¿Verdad o ficción?

Entre los músicos existe una creencia (así le llaman ellos), que en la elaboración de la tamborita puede llevar por un lado, el cuero de chivo o venado, mientras que por el otro lado, puede llevar un cuero de coyote.

A Hernández Luciano le contaron que en la mayoría de las fiestas, la multitud apasionada por el fandango del momento, exigen a la banda que siga tocando, tocando y tocando.

Despertar del Sur, 25 de febrero de 2011

1 comentario:

  1. Saludos al amigo Ranferi
    telentosísimo como músico
    y bailarín también..

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