miércoles, 16 de marzo de 2011

Reflexiones sobre la cultura en el estado de Guerrero

VÍCTOR MALDONADO GÓMEZ*

México, según los últimos informes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo se encuentra en el último lugar de los 30 países integrantes de las áreas de ciencias, lectura y matemáticas. De acuerdo al Programa Internacional de Evaluación de los alumnos, las entidades federativas de acuerdo a su estatus económico social y cultural con menor aprovechamiento son Guerrero, Chiapas y Oaxaca. Por fortuna estos estudios y resultados son parciales, pero según datos oficiales “estamos avanzando” a la fecha; o al menos eso nos gustaría escuchar. Estos resultados no son nada optimistas para nadie sin embargo nos ilustra de nuestra posición cultural para analizarla y reestructurar estrategias socio-existenciales. En estas circunstancias el arte debe adoptar una posición ideológica y de conocimiento, pues las ideas y la creación son medios e instrumentos para transformar la conciencia social.

El Instituto Guerrerense de Cultura, organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio, tiene como objetivo impulsar la investigación, difusión cultural y artística así como buscar la integración armónica de las tradiciones, preservar las culturas indígenas y fomentar su participación. La actuación de este organismo desde su creación hasta el día de hoy ha sido frustrante pues ninguno de sus objetivos se ha cumplido por la falta de interés en la continuidad de proyectos y programas de gobierno. Esta opinión no es solamente personal sino es también la de una extensa lista de artistas, creadores plásticos e intelectuales que se encuentran decepcionados por el exceso burocrático, el discurso vacío de resultados y la falta de oportunidades para el satisfactorio desarrollo en su área artística. Me llama la atención un punto del Programa a la creación y al desarrollo artístico cual dice, “se promueve y se impulsa el estímulo a la producción artística de los creadores guerrerenses y se garantiza su desarrollo cultural.”

A pesar de que existe un flamante (edificio) organismo cultural, éste se encuentra en una encrucijada orgánica, carente de propuestas estéticas contemporáneas. Los tiempos actuales superaron y rebasaron por mucho la estructura de sus objetivos. Esta es la razón por la cual se carece de un frente común de creadores y artistas en otras disciplinas que representen solidamente al Estado de manera profesional, con perfiles especializados en su área.

Si existiera un verdadero interés del estado por ser una entidad federativa con reconocimiento cultural y género artístico, debemos iniciar promoviendo acciones de mediano y largo plazo dentro de Guerrero y fuera de él.

Cuando se proyectó la construcción del nuevo edificio del Palacio de Gobierno en Chilpancingo nunca se convocó ni se tomó en cuenta a los artistas plásticos regionales para participar en la realización de su decoración escultórica, pues la empresa constructora del inmueble contrató a una artista extranjera para la realización estos detalles estéticos.

Lo mismo está pasando en las nuevas instalaciones del Tribunal Superior de Justicia del Estado también en la capital, pues todos los detalles artísticos (esculturas y demás) que colocarán en el exterior están siendo elaborados en el extranjero (EU) y con mano de obra mucho más cara que la regional. Cabe preguntar, ¿por qué no se invita a los creadores regionales para la realización de estos proyectos? Esto es desafortunado para todos, pues el patrimonio cultural de un estado está constituido por todos los bienes y valores culturales que son de expresión nacional o identidad regional, así también como el conjunto de inmuebles que poseen un especial interés histórico, artístico y estético. No me gustaría pensar que se rechaza la participación de nuestros proyectos por carencias profesionales ni de mucho menos por un estigma social.

No estoy en contra de colaboración y aportación plástica extranjera ni mucho menos de otras regiones de nuestro país, pero sí a favor de una prioridad del talento y las propuestas locales.

Ahora es el momento olvidarse de prejuicios y complejos de clase, el gobierno que viene debe de comprometerse a transformar su política cultural puesto que la historia de Guerrero así lo reclama, es tiempo de reflexión sincera para crear condiciones de progreso y bienestar en beneficio de las futuras generaciones de guerrerenses.

* Artista Plástico, especialista en escultura monumental, egresado de la Escuela Nacional de Pintura Escultura y Grabado La Esmeralda, INBA.

La Jornada Guerrero 16 de marzo de 2011

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