viernes, 31 de diciembre de 2010

Cultura Popular de la Costa Chica

Por: Higinio Peláez Ramos

El 22 de diciembre del año en curso, en Cacahuatepec Villa Juárez, Oaxaca, la asociación Civil El Andariego llevó a cabo el séptimo festival musical en memoria de uno de los más grandes y refinados compositores de música popular romántica que ha dado nuestro suelo: el gran Álvaro Carrillo.

¡Ah!, y disculpen que yo escriba Cacahuatepec Villa Juárez; pero es que, en una de sus canciones, Carrillo así lo llama.

Qué bueno es recordar a quienes han sabido resaltar el nombre del terruño; pero, qué hermoso fuera que estos reconocimientos se les hicieran a nuestros personajes en vida. Así es como la persona goza el gesto; porque oye, siente y ve cualquier demostración de afecto.

Sin embargo, de todos modos homenajear es sano, porque se desahoga ese sentimiento de reconocer las cualidades de nuestros congéneres a la vez que hacemos pública nuestra admiración por la superioridad o grandeza de la persona homenajeada.

En la ciudad de México y lugares donde por cuestión de trabajo tuve que convivir con gente del medio artístico, me acostumbré a oír siempre palabras de elogio hacia la persona de Álvaro Carrillo; pero al llegar a Costa Chica, me extrañó mucho el concepto de alguna gente, de que el Ingeniero fue un ingrato al no querer a su tierra.
En este caso, creo que los ingratos son los que así se expresan del gran artista oaxaqueño. Yo que tuve la suerte de convivir y compartir las grandes noches de bohemia con él, sé de lo feliz que se sentía recordando los lugares, gentes y costumbres de su querida Costa Chica.

Aunque sigo pensando que los homenajes tienen que ser en vida; ¡Gracias a El Andariego de Cacahuatepec! por tratar de mantener vivo el recuerdo por nuestro gran artista.

A continuación, me permito poner ante usted, este pensamiento en forma de verso, que escribí a los tres días del fatal accidente, y una habitual pose del llorado compositor.


Cultura Popular de la Costa Chica

Por: Higinio Peláez Ramos

El 22 de diciembre del año en curso, en Cacahuatepec Villa Juárez, Oaxaca, la asociación Civil El Andariego llevó a cabo el séptimo festival musical en memoria de uno de los más grandes y refinados compositores de música popular romántica que ha dado nuestro suelo: el gran Álvaro Carrillo.

¡Ah!, y disculpen que yo escriba Cacahuatepec Villa Juárez; pero es que, en una de sus canciones, Carrillo así lo llama.

Qué bueno es recordar a quienes han sabido resaltar el nombre del terruño; pero, qué hermoso fuera que estos reconocimientos se les hicieran a nuestros personajes en vida. Así es como la persona goza el gesto; porque oye, siente y ve cualquier demostración de afecto.

Sin embargo, de todos modos homenajear es sano, porque se desahoga ese sentimiento de reconocer las cualidades de nuestros congéneres a la vez que hacemos pública nuestra admiración por la superioridad o grandeza de la persona homenajeada.

En la ciudad de México y lugares donde por cuestión de trabajo tuve que convivir con gente del medio artístico, me acostumbré a oír siempre palabras de elogio hacia la persona de Álvaro Carrillo; pero al llegar a Costa Chica, me extrañó mucho el concepto de alguna gente, de que el Ingeniero fue un ingrato al no querer a su tierra.
En este caso, creo que los ingratos son los que así se expresan del gran artista oaxaqueño. Yo que tuve la suerte de convivir y compartir las grandes noches de bohemia con él, sé de lo feliz que se sentía recordando los lugares, gentes y costumbres de su querida Costa Chica.

Aunque sigo pensando que los homenajes tienen que ser en vida; ¡Gracias a El Andariego de Cacahuatepec! por tratar de mantener vivo el recuerdo por nuestro gran artista.

A continuación, me permito poner ante usted, este pensamiento en forma de verso, que escribí a los tres días del fatal accidente, y una habitual pose del llorado compositor.

Cultura Popular de la Costa Chica

Por: Higinio Peláez Ramos

El 22 de diciembre del año en curso, en Cacahuatepec Villa Juárez, Oaxaca, la asociación Civil El Andariego llevó a cabo el séptimo festival musical en memoria de uno de los más grandes y refinados compositores de música popular romántica que ha dado nuestro suelo: el gran Álvaro Carrillo.

¡Ah!, y disculpen que yo escriba Cacahuatepec Villa Juárez; pero es que, en una de sus canciones, Carrillo así lo llama.

Qué bueno es recordar a quienes han sabido resaltar el nombre del terruño; pero, qué hermoso fuera que estos reconocimientos se les hicieran a nuestros personajes en vida. Así es como la persona goza el gesto; porque oye, siente y ve cualquier demostración de afecto.

Sin embargo, de todos modos homenajear es sano, porque se desahoga ese sentimiento de reconocer las cualidades de nuestros congéneres a la vez que hacemos pública nuestra admiración por la superioridad o grandeza de la persona homenajeada.

En la ciudad de México y lugares donde por cuestión de trabajo tuve que convivir con gente del medio artístico, me acostumbré a oír siempre palabras de elogio hacia la persona de Álvaro Carrillo; pero al llegar a Costa Chica, me extrañó mucho el concepto de alguna gente, de que el Ingeniero fue un ingrato al no querer a su tierra.
En este caso, creo que los ingratos son los que así se expresan del gran artista oaxaqueño. Yo que tuve la suerte de convivir y compartir las grandes noches de bohemia con él, sé de lo feliz que se sentía recordando los lugares, gentes y costumbres de su querida Costa Chica.

Aunque sigo pensando que los homenajes tienen que ser en vida; ¡Gracias a El Andariego de Cacahuatepec! por tratar de mantener vivo el recuerdo por nuestro gran artista.

A continuación, me permito poner ante usted, este pensamiento en forma de verso, que escribí a los tres días del fatal accidente, y una habitual pose del llorado compositor.


Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, Diciembre de 2010

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