miércoles, 22 de diciembre de 2010

La fotografía de la Revolución en Guerrero

Roberto Ventura Pérez

El estallido revolucionario en Guerrero se dio con la toma de Huitzuco el 28 de febrero de 1911, cuando Rómulo y Ambrosio Figueroa encabezando un contingente de 60 sublevados, se enfrentó a las fuerzas porfiristas. No hay registro fotográfico sobre este hecho.

Fue hasta el 22 de abril de ese mismo año cuando se produjeron imágenes primigenias de la revolución en tierra surianas, siendo Sara Castrejón la primera mujer que retrata dos ordenadas filas de jinetes maderistas que pasaban frente al balcón de su casa, en su natal Teloloapan, con rumbo al centro de la plaza; 14 días antes de que la estadunidense Esther Eva Strauss cruzase la frontera para tomar también fotos de las postrimerías de la lucha armada en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Al día siguiente de que la fotógrafa teloloapense hiciese su registro pionero, Amando Salmerón, descendiente de una dinastía familiar de fotógrafos, hizo lo propio en Chilapa. El 26 de abril de 1911, fuerzas maderistas al mando de los hermanos Pedro y Atilano Ramírez toman la plaza de Chilapa. Amando Salmerón los retrata en medio de una fila de jinetes que posan en la plaza de armas de dicha ciudad, teniendo como fondo a un ordenado y amplio contingente de su tropa.

Así lo señaló Samuel Villela, etnólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en uno de los momentos de su conferencia La fotografía de la Revolución en Guerrero, ofrecida el miércoles 16 del presente mes y año, en el marco del foro Prensa y fotografía durante la Revolución Mexicana, en la biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, perteneciente a la SHCP.

El etnólogo expuso y contextualizó más de medio centenar de piezas fotográficas tomadas durante el periodo revolucionario, procedentes de dos álbumes histórico-gráfico y de los archivos privados de Sara Castrejón, Protasio y Amando Salmerón, entre otros.

Su charla inició con una histórica foto de 1901 tomada en Otatlán, región del Balsas del estado de Guerrero, por William Niven, minero, arqueólogo y fotógrafo escocés radicado en Nueva York, ilustrando el primer brote de rebeldía, cuyo antecedente lo encuentra en el movimiento iniciado por Rafael Castillo Calderón en Mochitlán.

Villela fue develando a los asistentes los rostros anónimos de hombres, mujeres, y niños que participaron en el movimiento revolucionario del sur; exhibió un billete expedido por el Banco revolucionario de Guerrero; lanzó breves apuntes sobre la vida de la coronela Amparo Salgado; comentó fotos de Eucaria Apreza, la prócer maderista de la revolución en Guerrero; la batalla de Acapulco de 1911; el grupo de costeños llamados “Los descamisados” de Silvestre G. Mariscal; los contingentes del teniente coronel Pantaleón Anorve; Félix Álvarez, nieto de Juan Álvarez; Julián Blanco; los Hermanos Figueroa; Martín Vicario; la capitana afromestiza Carmen Robles; Juan Andrew Almazán y sus tropas indígenas tlapanecas; el coronel Aureliano Blanquet; Jesús H. Salgado; los “fronterizos”, de Gertrudis Sánchez; Nabor Mendoza “el coyote”; General Fidel Pineda, Filiberto Ortega y Paulino Santanar; Manuel Palafox, artífice de la toma de Chilpancingo; y del General Ignacio Maya.

También se exhibió y comentó fotografías de la toma del Chilpancingo y el ascenso del zapatismo; del Coronel Adrián Castrejón “el indio”, uno de los sobreviviente de la emboscada de Chinameca, donde murió asesinado Emiliano Zapata; la protesta como gobernador provisional de Guerrero de Francisco Figueroa; el General Álvaro Obregón con Eduardo Neri; Pedro Aranda, entre otros.

En el estudio fotográfico de Sara Castrejón se elabora la primera postal del movimiento revolucionario en su entidad, al posar los jefes maderistas: Leovigildo Álvarez, Jesús H. Salgado, Rosario Santana, Eustorgio Vergara, Procopio Guzmán y Benigno Reyna. Entre ellos sobresale el segundo, quien tendría una destacada trayectoria a lo largo del proceso como principal líder agrarista en la región y gobernador del estado durante el auge zapatista (1914-1915).
Un día después de terminados los combates en Ciudad Juárez -10 de mayo de 1911-, cuando aún no se disipaba el olor a pólvora y la señorita Strauss tomaba sus retratos, se produce la batalla de Acapulco, en la que maderistas al mando de Silvestre G. Mariscal y Félix P. Álvarez –nieto del prócer Juan Álvarez- trataban de tomar el puerto. De la cobertura fotográfica de dicho evento resultaría el primer álbum histórico-gráfico de la Revolución mexicana, intitulado Revolución evolucionista de México, conformado por 27 fotografías, editado por William MacCann Hudson y Emilia Billings.

El carrancismo, en tanto facción de la burguesía que empieza a consolidarse su dominio sobre el proceso revolucionario, tuvo en Silvestre G. Mariscal a su hombre fuerte en Guerrero. Desde su trayectoria inicial en la batalla de Acapulco, se proyectó hacia la gubernatura del estado en 1916 –después de haberse afiliado al huertismo y de haber asesinado a su correligionario, el también gobernador carrancista Julián Blanco-. De su gestión como gobernador proviene la confección del segundo álbum histórico-gráfico en la Revolución mexicana, elaborado por Mariscal como una especie de informe gráfico de su trayectoria político-militar y su gestión institucional.

La entrevista

Tras dictar su conferencia, en breve entrevista para el Despertar del Sur, Samuel Villela manifiesta compartir la opinión de Vicente Fuentes Díaz, cuando señala que las batallas que se dan en Guerrero: la toma de Iguala, la de Teloloapan y la batalla de Acapulco, fueron decisivas en la renuncia de Porfirio Díaz, porque dice que Ciudad Juárez estaba lejos, a dos mil kilómetros y el ejército federal estaba intacto, el ejercito porfirista, no implicaba peligro mayor para el régimen, pero si lo representaban los ejércitos surianos. Emiliano Zapata ya se había levantado en armas, los mismos los generales guerrerenses, por lo que eran un peligro, los tenía a las puertas de su casa.

¿La investigación iconográfica ha arrojado nuevos datos en torno al movimiento revolucionario? Existe toda una veta de investigación muy amplia, en términos históricos por ejemplo toda esta trayectoria que se ha venido recuperando de Jesús H. Salgado, los Figueroa, hay muchos personajes que han sido poco trabajados, por ejemplo los Añorve, sabemos muy pocos. Acaba de salir un libro editado en Chilpancingo sobre la Costa Chica; de La Montaña está saliendo en estos días, se están reeditando algunas investigaciones sobre la participación de los indígenas en la revolución. En esa medida todavía hay mucha tela de donde cortar, hay muchos archivos inéditos o que se conocen pocos, apunta. En términos fotográficos –insiste- yo creo que el aporte es interesantísimo, el hecho de que en Guerrero se hayan elaborado los dos primeros albunes fotográficos, mucho antes de los (editados) por los Casasolas, el hecho de que ahí haya surgido la primera fotógrafa, la única mujer hasta donde sabemos, la única mexicana que fotografía la revolución. Yo creo que son datos relevantes, son datos muy interesantes que nos están dando una impresión que no nos imaginábamos.

¿Se trata de una revalorización de toda esta aportación de los guerrerenses? Exactamente. Yo creo que es una recuperación y una revalorización, en la medida que recuperamos esta memoria visual y testimonios, los revaloramos. Yo creo que es importante, yo creo que es necesario que todos los guerrerenses conozcan esta aportación tanto a la historia de la revolución como a la fotografía de la revolución.

¿Las causas que dieron origen al movimiento revolucionario siguen prevaleciendo en Guerrero? En cierta manera. Yo pienso que uno de los principios que enarboló Francisco I. Madero, y muchos líderes, siguen vigente, por ejemplo el sufragio efectivo. Sabemos que ha habido décadas en que la voluntad popular ha sido escamoteada, ha sido burlada por el partido que se declaró heredero de la revolución, precisamente ese partido es el que ha escamoteado uno de los principios del maderismo que fue el sufragio efectivo. Estamos en un proceso que ahí va, tortuoso, difícil, de hacer efectiva la voluntad del electorado, pero en esa medida ese principio sigue vigente.


Periodico, Pueblo Guerrero, 05 de diciembre de 2010

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