lunes, 20 de diciembre de 2010

Fiesta en Santa María Jicaltepec en honor a La Guadalupana

*La fiesta se sostiene año con año por medio de las mayordomías

La devoción a las vírgenes morenas de Juquila y Guadalupe está muy arraigada en la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca. El municipio de Pinotepa no podía ser la excepción, en donde las velaciones y peregrinaciones, ya sea caminando, trotando o en bicicleta, se dejan ver cada año.

En la agencia de Santa María Jicaltepec perteneciente a este municipio, los festejos comienzan desde el día 10 de diciembre, aunque los rezos inician días antes, para completar nueve días y concluir con la fiesta grande el 12 de diciembre.

El día 11, esta reportera pudo ser partícipe de dicha celebración sin proponérselo, pues habiendo cumplido la misión de corroborar los trabajos de drenaje, pavimentación y electrificación en esta agencia (que organizada junto con otras agencias como El Ciruelo, Hornos Grandes y Agua de la Caña pudieron obtener una primera parte de los recursos que de acuerdo al ramo 33 les corresponden) recurrió a la casa de la mayordoma María Margarita Mendoza López, atraída por la música interpretada por una orquesta y los cuetes.

Por el camino hacia la casa de la mayordoma, la gente venía en dirección contraria hacia mí, caminando con sus botes bien llenitos de comida. Sonriente me saludaban y continuaban su andar. En la entrada de la casa estaban varios señores sentados vestidos con su cotón y calzón blanco elaborado por las mismas mujeres de la comunidad, aunque algunos de ellos ya están usando camisa en lugar de cotón. Noté que los señores de mayor edad tienen cierta tendencia al color azul. También sobresalen sus sombreros.

Una orquesta de jóvenes toca alegremente sones de la danza de Las Mascaritas, una danza considerada mestiza, muy común en toda la región. Los danzantes hombres y mujeres, jóvenes también en su mayoría, bailan entusiasmados en dos filas; todos portan mascaritas como lo indica el nombre, pero tres de estos danzantes, hombres, portan máscaras grandes y diferentes: un viejo, un diablo, ambos con indumentaria de caporal, y uno más con rostro de mujer, vestido de blusa bordada, naguas y rebozo. Los presentes dicen que tanto los músicos de la orquesta y los danzantes son de Xicayán, fueron contratados para animar esta celebración a la Guadalupana. Una de las diferencias entre esta danza de mascaritas de Xicayán y la de esta comunidad que los ha invitado es precisamente que en Jicaltepec sólo llevan mascaritas pequeñas y no tan grandes como la de los tres personajes ya mencionados.

Al fondo, un gran grupo de mujeres con sus faldas ralladas en colores rojo y lila, cocinan, hacen tortillas, ayudan a servir la comida a los invitados, generalmente en las mayordomías se sirve lo que se llama cavío: carne de res, ahumada en palos especiales, con la que después se prepara un sabroso caldo rojo con yerba santa. Caldo de pollo y frijoles refritos; para beber, cerveza o refrescos de sabores.

Además de la orquesta de Xicayán invitada, hay otros dos músicos de la comunidad y un toro de petate forrado con yeso, pues en la parte posterior hay una estructura de varillas de madera que lo rodea de cuetes listos para ser encendidos cuando sea necesario. Un músico toca la flauta, el otro el tambor. El torito de petate es movido en círculos al ritmo de la música por uno de los presentes. De pronto se encuentra con uno de los danzantes de Xicayán y bailan juntos provocando risas entre los que observan emocionados.

Según me explica en un descanso, el músico que ejecuta la flauta, José Apolonio Tapia, de Jicaltepec, “tenía como 20 años cuando comenzó a tocar este instrumento, que se hace con un palito de carrizo delgado, porque el grueso no sirve, los pocitos se hacen con un fierro caliente, del tamaño del orificio, yo aprendí solo, pura práctica, antes fui danzante de mascaritas, yo soy de fiesta, me han invitado a tocar a Acapulco, Lagunilla, Mancuernas, Paso del Jiote, Pinotepa. Ya tengo más de 40 años tocando la flauta.”

Uno de los ejecutantes del tambor es Hipólito Pérez Hernández, quien lleva 30 años dedicándose a este instrumento. La madera, me explica, “es de una palma de coyul, la cual vamos a buscar; hay palmas que se secan solas, vamos y la cortamos, la traemos, cortamos la piel de chivo o de venado, se le toma la medida, ya entonces se estira con un mecate y para que suene bonito buscamos un cascabel, se mata en este caso víbora de cascabel, le cortamos todo lo que es el cascabel de la víbora y ya le ponemos eso con tal de que tenga mejor sonido el tambor. Cada que se toca, en este lado se le pega con el palo y al otro lado suena el cascabel, entonces ese es el que da otro sonido al tambor, así es como lo hacemos.”

Eligiendo a maryordomo

La elección de mayordomos es una parte fundamental para la realización de toda esta convivencia, llena de alegría y abundancia. De acuerdo con información proporcionada por gente de la comunidad: “En Jicaltepec hay un alcalde primero, un segundo y un suplente, entonces ellos son pues los que van a coordinarse para ir en este día que es la fiesta, el mero día, entonces van con su bastón de mando a la casa del mayordomo o de la mayordoma, van y se pasan, adentro está la caja de cera de la virgen, allí ponen su bastón de mando, ya se platica y ya se acuerdan quién o si ya hay persona que haya solicitado de ser mayordomía para el próximo año, entonces su tarea de ellos es buscar, pero muchas veces ya se anotan, por ejemplo: ahorita estaban echando cuete y cuete en la casa donde está la fiesta, alegrándose la mayordoma que ya va a entregar porque ya hubo alguien que se anotó y ya dijo: bueno yo voluntariamente recibo la caja de la virgen de Guadalupe y pone un plazo que ya al cambio de la caja contiene cera o ellos mismos fabrican velas y esas velas va a ser semanalmente, el compromiso del mayordomo es venir a prender esa vela cada mes hasta completar el año, de esa manera es como se ha estado nombrando mayordomo. Hoy 11 de diciembre buscaron el nuevo mayordomo y ya lo encontraron. La señora María Margarita Mendoza López fue la mayordoma de este año, sus hijos la ayudaron a sacar adelante este compromiso, ya mañana 12 de diciembre, es el último día y van a sacar procesión de la fiesta.”

Los señores encargados de encender cuetes, caminan afuera de la casa, detrás de ellos avanzan los músicos de la orquesta de Xicayán, los de Jicaltepec, los danzantes de Mascaritas, la mayordoma respaldada por su familia, los alcaldes con su bastón y todos los demás parientes y amigos, en los que también se encuentra gente de la ciudad de Pinotepa. Llegan a la iglesia, se están un rato allí y en seguida regresan a la casa para continuar bailando, comiendo, bebiendo, compartiendo con todos, sin discriminaciones, en estos difíciles tiempos, un poco de alegría.

Por NADIA Alvarado Salas
Pinotepa Nacional, Oax.


Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 17 de diciembre de 2010

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